Hace tiempo pude ver como unos
simpáticos pájaros compartían fifty-fifty el desayuno con los turistas en las
terrazas de los bungalows a la orilla del río Tana en Kenia. La verdad es que
me sorprendió la poca vergüenza que aquellas aves tenían, casi más que ver a
los elefantes y cocodrilos que por allí pululaban a escasos metros de los
comensales en una impresionante fusión natural.
He encontrado esta fotografía
rebuscando en el móvil y viene a mi mente que esta clienta, sumida en sus
pensamientos al igual que suelo hacer yo mismo, quizás se esté planteando qué
hacer en las próximas elecciones europeas, ya que los periódicos frecuentemente
dan a entender que "España va bien" y seguramente será así, pero solo
para algunos, para esos a los que le importa tanto esa mayoría que se encuentra
jodida como a esos dos glotones, que en su tiempo podrían haber formado parte
integrante del menú, pero para su fortuna hoy se encuentran protegidos siendo
conscientes de ello. Lo mismo algún político se daría por aludido con este
comentario pero a la postre también le daría igual.
Recordando aquellas imágenes
keniatas constato que los gorriones que acuden a desayunar al bar Morón
sobrepasan en osadía a sus parientes africanos, siendo toda una delicia el
saborear un café y disfrutar del devenir de estos piratas del aire enganchados
a las tostadas y degustando mermeladas mientras decides a qué
"prenda" puedes votar, cuestión que requerirá no tener demasiados
pájaros en la cabeza.
Federico Soubrier