Hablaba el otro día con mi amiga
y compañera Isabel sobre cómo había pasado el fin de semana, me comentó que
fantástico, que voló en tirolina desde Sanlúcar de Guadiana hasta Alcoutim por
encima del río y le encantó (aventura que se realiza por unos 15 €).
Aquello me dio lugar a pensar cuantísimos años hacía que eso
estaba inventado y la necesidad que tienen los hoteles de Mazagón de
encontrar actividades innovadoras.
Cuando he estado en las Islas
Baleares o en las Canarias, siempre he buscado algo especial que hacer, bien
fuese un viaje en submarino, del que salí encantado por ver barracudas o
cormoranes buceando a más de treinta metros de profundidad, o una inmersión de
buceo, de la que me sorprendió un poco que la alemana que nos recogió con el
todo terreno en el hotel nos llevase a un paraje protegido, echase una lona al
suelo, pusiese sobre ella las equipaciones de neopreno y los
bibotellas, se desnudase integralmente, ritual al que todos nos sumamos un
poco atónitos debido a la belleza de nuestra guía, nos pusiésemos los equipos y
no fuésemos todos al agua en fila india (donde fueres haz lo que vieres). En
tus momentos de ocio quieres realizar actividades que no tienes normalmente a
tu alcance y generalmente las buscas en los trípticos de recepción.
Mazagón reúne unas
características especiales para realizar vuelos o desplazamientos en tirolina sobre
los barrancos y desde el acantilado hasta la playa. Desde aquí sin querer saber
más que nadie, propondría a los hoteles de la zona o a algún empresario
emprendedor, el montar este tipo de atracción.
Mis amigos y yo, ya lo practicábamos en la zona hace unos cuarenta años. Con pocos medios e incluso con cuerdas entrelazas (menudo peligro según se puede apreciar en alguna fotografía), ya que no llegaban de un lado a otro de los barrancos, y para el desplazamiento usábamos una carrucha del pozo de mi padre, que por cierto perdimos aquel mismo día. Evidentemente hoy en día la técnica es mucho más sofisticada.
Sería interesante sumar esta
actividad al amplio abanico de opciones que hoy nos ofrece nuestra zona.
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Federico Soubrier