La novela de acción está
ambientada nuevamente en la provincia de Huelva
Fuente: Huelva Información
En un momento en el que la
narrativa española sufre una tremenda crisis debido al bajo poder adquisitivo
de la población y a las descargas gratuitas o piratas para libros electrónicos
y ordenadores, Federico Soubrier, sociólogo y escritor, afincado en Mazagón,
escribe su quinta obra, La noche de los cascabeles mudos, novela de acción
ambientada nuevamente en la provincia de Huelva.
Según comenta el autor, por cuya obra ha apostado la editorial Abecedario, "es triste ver cómo muchos escritores sólo encuentran el recurso de invertir y editarse a sí mismos si quieren conseguir que se lean sus libros, lo cual, a la prostre, supone un serio problema de distribución".
Al igual que en el resto de sus novelas, Soubrier plantea en La noche de los cascabeles mudos varios temas sociales, siendo el principal el relativo a las rupturas en la conducta psíquica, aquello que los psiquiatras denominan "cortocircuito" y que pueden sufrir algunas personas que, por motivos de la coyuntura social, llegan a un límite vital en su existencia, aquel que si se cruza puede dar lugar a una respuesta violenta contra nuestro sistema y contra todos los que formamos parte el él.
El autor plantea "dónde se establecen nuestras fronteras psicológicas con la incesante presión social que se ejerce sobre nuestras vidas y en el que, a veces, después de ciertas determinaciones, no hay marcha atrás". De esta manera, de nuevo aprovecha para dar a conocer las excelencias del entorno onubense en una obra que se distribuirá a nivel nacional.
La novela arranca un caluroso catorce de agosto, cuando Nicolás Pérez Braganza, vigilante de seguridad en la capital onubense, es despedido, lo cual conlleva a una inmediata ruptura con su pareja. Para eliminar sus tensiones, decide ir a pescar esa noche al Muelle del Vigía, ubicado en Mazagón, con su hermano Raúl, deficiente psíquico.
Lo encuentran abarrotado de pescadores y allí se produce un altercado del que ambos salen mal parados, siendo éste el detonante de una conducta violenta que no tendrá precedentes en la comunidad. Los dos vuelven armados y la plataforma de pesca se convierte en una trampa mortal, en la que se producirá un asesinato masivo con toma de rehenes que hará preciso el desplazamiento de una unidad de élite del Cuerpo de Intervención Especial de la Guardia Civil, la cual instalará su cuartel general en la antigua Casa del Vigía.
La obra narra el desarrollo de una noche larga y desgarradora, en la que violencia
y estrategia llevarán al lector a un inesperado final.