Uno de los proyectos que la asociación de mujeres Eulalia Ruiz de
Clavijo está impulsando en este Año Platero, es un interesante
estudio comparativo entre el papel que desempeñaba el colectivo femenino en la
época en la
que Juan Ramón Jiménez escribió su obra y el momento
actual de la mujer moguereña.
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Capítulo La Arrulladora |
Dentro de la intensa programación conmemorativa del Año Platero que se
está desarrollando a lo largo de todo este 2014 en la ciudad natal de Juan Ramón Jiménez, destaca por
su singular aportación al estudio de la obra más universal del Nobel el trabajo
realizado por las integrantes de la asociación de mujeres Eulalia Ruiz de
Clavijo y Aragón. Un grupo de integrantes de esta pujante entidad que trabaja
por la plena integración del colectivo femenino, ha analizado y contrastado
desde la perspectiva de género, el papel que desempeñaba la mujer moguereña en
la época en la que Juan Ramón
escribe su obra, y el protagonismo que en la actualidad tienen las féminas del
municipio.
A partir del estudio de una docena de capítulos de ‘Platero y yo’ en los
que el poeta nos acerca a la vida de las moguereñas de hace cien años, las
integrantes de la asociación
Eulalia han compuesto una serie de paneles ilustrados, en los
que se muestra la extraordinaria evolución que la mujer moguereña ha
experimentado en el último siglo, y la conquista de las altas cotas de igualdad
que hoy están presentes en la sociedad.
Los textos analizados están extraídos de los capítulos ‘Las Tres Viejas’,
‘La Arrulladora’, ‘La Miga’, ‘La Carretilla’, ‘La Escama’, ‘La Fantasma’, ‘El
Niño Tonto’, ‘Cencerrada’, ‘El Rocío’, ‘Florecillas’ y ‘Sarito’.
En el primero se incide en el contraste entre las mujeres ancianas que
describe Juan Ramón y la pujante tercera edad que hoy viven las moguereñas,
participando activamente en la sociedad.
En el panel dedicado a ‘La Arrulladora’ se contrapone la
situación de la niña que ha de dedicarse a cuidar de sus hermanos frente a la
que hoy día se educa en igualdad y con las mismas posibilidades que los
hombres.
En el texto extraído del capítulo ‘La Miga’ el tema analizado es la
educación a partir de los diferentes métodos de enseñanza entre una y otra
época, destacando siempre el gran avance experimentado en la formación en
igualdad. Uno de los análisis que mejor muestran el gran avance de la mujer en
este siglo, es el que se realiza a partir del capítulo ‘La Carretilla’, en el
que frente a la niña protagonista que debe desde su infancia trabajar duramente
para ayudar al sustento de su casa, los niños y niñas de hoy tienen reconocidos
derechos tan esenciales como la escolarización o la sanidad.
En el texto inspirado en ‘La Escama’ se analizan las diferencias entre
las mujeres trabajadoras de hace un siglo, en la mayoría de los casos dedicadas
a tareas con escasa o nula cualificación como las criadas de las familias pudientes del Moguer de la época,
y nuestras mujeres de principios del siglo XXI que con una gran formación y
preparación, poco a poco van ocupando puestos cada vez más importantes e
influyentes en la sociedad, aunque ciertamente lejos aún de las cotas de plena
igualdad.
En el panel dedicado a ‘La Fantasma’ se ponen en contraste las escasas
posibilidades que una mujer moguereña de finales del siglo XIX o principios del
XX tenía para poder elegir una profesión o desarrollar una inquietud artística,
mientras que la mujer de hoy cuenta con muchas más posibilidades para lograr un
pleno crecimiento personal y profesional.
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Trabajo sobre el capítulo La Carretilla |
El capítulo ‘El Niño Tonto’ les sirve a las mujeres de la asociación Eulalia Ruiz
de Clavijo para analizar la manera en la que las madres habían de volcarse en
la atención de sus hijos afectados por problemas de salud, lo que en algunos
casos llevaba implícito además cierto rechazo de la sociedad, mientras que
afortunadamente en nuestros días, los niños y niñas con cualquier problemática
de este tipo cuentan con herramientas y servicios públicos que permiten su
integración social y reducen la presión sobre sus madres.
Los cambios producidos en las estructuras familiares de la sociedad se analizan
en el panel dedicado a ‘La Cencerrada’, donde frente a la rigidez de la época
de Platero, hoy encontramos diferentes tipos de familias y de relaciones de
pareja cada vez más aceptadas.
La problemática de la inmigración y el racismo se analiza en el panel
dedicado al capítulo ‘Sarito’ en el que el Nobel nos describe el desprecio que
suscita entre los hombres del campo la figura de un negrito que pregunta por el
poeta, un sentimiento afortunadamente superado ya en una ciudad que desde hace
décadas recibe a miles de personas de distintas razas, culturas y religiones
que conviven en buena armonía.
A partir del capítulo titulado ‘Florecillas’ en el que Juan Ramón
reflexiona sobre la figura de su abuela materna Mamá Teresa, la asociación Eulalia Ruiz
nos muestra el contraste de aquellas abuelas con éstas de nuestro tiempo que se
mantienen activas, que siguen formándose, y que constituyen uno de los
mayores apoyos que tienen las familias en
la educación de su prole.
Por último, y para afirmar también la manera en la que la mujer moguereña
además de evolucionar hacia la plena igualdad, ha contribuido durante todos
estos años a mantener las tradiciones culturales de la ciudad del Tinto, se analiza
un texto extraído del capítulo ‘El Rocío’, que la asociación ha ilustrado con
fotografías en las que se reproducen prácticamente las mismas imágenes de la
hermandad moguereña que el poeta describió hace más de un siglo en su universal
obra.
Se trata en suma de un interesante
trabajo comparativo con el que esta asociación de mujeres moguereña tan
comprometida con las actividades literarias, y especialmente con las
relacionadas con Juan Ramón
Jiménez, ha querido aportar su particular análisis de la elegía
andaluza enriqueciendo sin duda la conmemoración del Año Platero con esta interesante
perspectiva de género.