Varios ejemplares de la revista cultural
Platero editada por un grupo de intelectuales gaditanos a mediados del pasado
siglo XX, conforman la
Pieza del Mes que se ha presentado hace unos
minutos, y que ocupa ya un lugar de
privilegio en el recorrido museográfico por la casa museo del Nobel moguereño.
El director de la Fundación del poeta de luz,
Antonio Ramírez, y los concejales Eva Rodríguez y José Antonio Rodríguez,
presidieron la presentación de esta singular publicación considerada por todos
los especialistas como la revista cultural más importante del segundo tercio
del siglo XX en la vecina y hermana provincia de Cádiz, una revista de enorme
calidad cuya repercusión superó con creces las fronteras provinciales
convirtiéndose en un vehículo de difusión literaria de ámbito nacional.
La investigadora de la Fundación Zenobia Juan
Ramón Jiménez, Rocío Bejarano, explicó los detalles de este proyecto cultural
impulsado por la gran figura de las letras gaditanas, Fernando Quiñones, al que
fueron uniendo personalidades de la talla de Serafín Pro Hesles, Felipe Sordo
Lamadrid y Francisco Pleguezuelo, a quienes se les unen otros literatos como
José Manuel Caballero Bonald, Julio Mariscal, José Luis Tejada, Pedro Ardoy o
Carlos Edmundo de Ory.
Antes de esta revista este grupo de
intelectuales había impulsado la publicación llamada ‘El Parnaso’, cuyo número
1 apareció en diciembre de 1948, y el 30 y último en febrero de 1950. Esta
revista fue la antecesora de ‘Platero’, nueva publicación que, aunque con una
portada distinta a la anterior, conservaba no obstante la numeración antigua,
por lo que en marzo de 1950 sale a la calle el número 31 del proyecto editorial
original, pero lo hace como el primer ejemplar de la nueva revista ‘Platero’.
Esta circunstancia se mantuvo hasta el número 39 de la revista, constituyendo
estos 9 primeros ejemplares lo que se ha dado en denominar Primera Época. En
cuanto a la denominada
Segunda Época de este ‘Platero’, la más fructífera y con
mayor difusión exterior, se extendió desde comienzos del año 1951 hasta el año
1954, y contó con un total de 24 números.
El propio Juan Ramón Jiménez , desde su
exilio en Puerto Rico, apoyó decididamente este proyecto enviando a los
responsables de la revista tanto poemas originales para su publicación como
dinero para los gastos de edición.
Los admiradores del poeta que habían
impulsado la revista contactaron con Juan Ramón y le enviaron una colección
completa de los ejemplares publicados, rogándole con ilusión al moguereño que
enviase alguna colaboración para los próximos números de «Platero», y así, en
abril de 1953, se recibieron en la
revista los primeros poemas del autor de Espacio con la siguiente dedicatoria:
“A “Platero” de Cádiz, con tantos abrazos como números publicados; y muchos
más, abiertos ya, para los que vendrán. Ahora, amigos de “Platero”, voy a
desquitarme de mi silencio involuntario de estos años. Les enviaré algo para
cada número, inédito y revivido de todos mis tiempos. Abrazos. Y con una rosa
de Puerto Rico, J.R.J.”
Durante sus 33 números publicados la
revista 'Platero” dio a conocer textos de autores como Rafael Alberti, Blas de
Otero, Pablo Neruda, Luis Cernuda o Gabriel Celaya, y de muchos jóvenes como Antonio
Gala, Elena Martín Vivaldi o Trina Mercader,, permitiendo además al Andaluz
Universal conocer gran parte de la joven poesía española, y especialmente la de
los autores noveles gaditanos, entre los que destacó la joven Pilar Paz Pasamar, que
con el tiempo se convertiría en una de las más importantes y fructíferas
investigadoras de la obra en marcha del moguereño.