Tras sufrir en los últimos meses fuertes dolores de cabeza que en
principio fueron diagnosticados como migrañas, hace apenas quince días el joven
moguereño sufrió un rápido empeoramiento con una paralización progresiva de su
actividad motora, por lo que fue ingresado en el área de oncología del hospital
Juan Ramón Jiménez
donde se le practicó un TAC en el que se detectó una pequeña mancha en el
cerebro, que una vez analizada mediante resonancia magnética fue diagnosticada
por los especialistas como un tumor en el tronco del cerebro.
Los oncólogos del hospital onubense realizaron una valoración muy
pesimista de las posibilidades de tratamiento, que según el diagnóstico
emitido, no podía ser operado por la complejidad que ello suponía, por lo que
la familia del joven moguereño ha intentado tener ‘al menos otra opinión
autorizada que pueda brindarle a nuestro hijo, si no una solución a su grave problema,
al menos un tratamiento que evite el rápido deterioro de su salud que de seguir
así, en apenas unas semanas acabará con su vida’.
Los familiares del joven no se resignaban a que un chaval tan lleno de
vida y de esperanzas no tuviese una sola oportunidad y por ello, deseaban que
el caso pudiese ser estudiado por otros especialistas, pero cualquier gestión
en este sentido llevaba aparejados unos gastos que la familia, con varios de
sus miembros en paro y por tanto con escasos recursos económicos, no podía
asumir.
Por este motivo, a través de la Asociación Puerta Abierta
que trabaja por mejorar la calidad de vida y las posibilidades de desarrollo de
niños y jóvenes con diferentes problemas, y con la mediación de la concejalía
de Bienestar Social del Ayuntamiento, la
Obra Social La Caixa ha prestado a través
de la oficina bancaria de la entidad en Moguer apoyo económico para el
desplazamiento de varios de los familiares del joven hasta una reconocida
clínica madrileña donde han recabado una segunda opinión, que al parecer arroja
una luz de esperanza sobre el complicado futuro de este chaval moguereño.