En cuanto a la polémica sobre los
guardias tumbados creo que de ninguna manera el ayuntamiento ni los encargados,
más bien digamos, los responsables del asunto, habrán dado por terminada la
obra.
Es más, me extraña que no estén
vallados de momento por el peligro que representan en cuanto a posibles caídas
por los distintos y asombrosos desniveles en un tramo obligatorio de paso, que
podrían dar lugar a tener que pagar indemnizaciones por un valor superior a la
inversión, en pro de la seguridad ciudadana y la posibilidad de que las ruedas
de los vehículos de algún conductor despistado revienten al ser cortadas por
las vigas metálicas, al tener el ancho del surco justo la medida para que
suceda.
Apostaría que a los extremos de
estos badenes que producen el peligro les pensarán dar una solución que
eliminen ambos surcos y cubran la inclinación proporcionando la máxima
seguridad.
Los parcheos jamás son buenos
pero son mejores que las trampas artificiales. Espero no equivocarme, ya que le
tendría que dar la razón a demasiadas personas y además me costaría alguna que
otra invitación.
Federico Soubrier
García