Avenida Conquistadores |
Ante la impunidad de la que
gozan, los amigos de lo ajeno han entrado en dos viviendas de Mazagón la pasada
semana, aprovechando la ausencia de sus propietarios. En ambos casos los cacos
no utilizaron ninguna técnica especial para abrir la vivienda sin causar daños;
lo hicieron a la antigua usanza, es decir, utilizando palanquetas y barras de
uñas.
En una vivienda de la calle
Reyes Católicos (urbanización Ciparsa), destrozaron varias rejas y una cancela,
sustrayendo algunos enseres del interior. El otro robo ocurrió en un chalé de
la Avenida Conquistadores, y fue detectado por sus propietarios el sábado por
la mañana, quedándose atónitos al ver el estado en el que habían dejado la
vivienda. Utilizando una violencia descomunal, los ladrones reventaron rejas,
puertas y ventanas, llevándose los cierres de aluminio, camas, todos los
electrodomésticos y diversos enseres; desvalijaron la casa por completo,
dejando un panorama desolador.
Avenida Conquistadores |
Ya nos podemos imaginar la
impotencia con la que se encontraron estos vecinos y la poca esperanza de que
los culpables sean castigados por ello, ya que como se suele decir, por una
puerta entran y por otra salen. Según estadísticas policiales, casi la mitad de
los detenidos por delitos contra la propiedad no entran en la cárcel, pues los
jueces les conceden la libertad provisional, a la espera de juicio.
El Código Penal recoge en los
artículos 237 al 242, la pena que se aplica a estos delincuentes: “Son reos del
delito de robo los que, con ánimo de lucro, se apoderaren de las cosas muebles
ajenas empleando fuerza en las cosas para acceder al lugar donde éstas se
encuentran o violencia o intimidación en las personas.” Concretamente el
artículo 240, señala: “El culpable de robo con fuerza en las cosas será
castigado con la pena de prisión de uno a tres años.” Pero hasta que los jueces
no apliquen la prisión provisional a los delincuentes con
antecedentes, estos hechos seguirán sucediendo.
José Antonio
Mayo Abargues
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