El doctor Luis López Rueda, quien
fuera médico de la
familia Jiménez y gran confidente del premio Nobel
moguereño, es el protagonista del Documento del Mes que se ha presentado esta
mañana en el Archivo Histórico Municipal de Moguer. Varios de los descendientes
del galeno asistieron al acto.
Los documentos se exponen este mes |
La concejala de Cultura Lourdes
Garrido y el director del Archivo Histórico moguereño, Diego Ropero-Regidor,
han presentado esta mañana el Documento del Mes de Diciembre que podrá
admirarse hasta finales del presente año en la sala de consultas de la
institución cultural, y que está dedicado al que fuera gran amigo y confidente
de Juan Ramón Jiménez ,
el doctor Luis López Rueda. Este facultativo fue médico personal de la familia
del Nobel con la que además mantuvo lazos de parentesco al casarse con Manuela
Jiménez Rengel, siendo la primera hija del matrimonio también llamada Manuela,
ahijada del Andaluz Universal.
Luis López Rueda obtuvo en la Universidad de Sevilla la Licenciatura en Medicina y
Cirugía, carrera que va a ejercer en Moguer como médico particular y titular de
la Beneficencia y
Asistencia Pública Domiciliaria, una responsabilidad a la que se suman años más
tarde los cargos de Subdelegado de Medicina del Partido, Inspector Municipal de
Sanidad de Moguer y Médico de Sanidad del Puerto de Huelva. Falleció en su casa
de la calle Burgos y Mazo el día 31 de julio de 1941 a la edad de sesenta y seis años.
Detalle de algunos documentos |
Durante el periodo que Juan
Ramón pasó en Moguer entre1905 a 1912, el poeta le acompañaba para hacer las
visitas a los enfermos del pueblo como recuerda el propio Nobel en una
conversación mantenida con Ricardo Gullón en la que el poeta afirma: “Empecé a
escribir Platero hacia 1906, a
mi vuelta a Moguer, después de haber vivido dos años con el jeneroso Doctor Simarro. El
recuerdo de otro Moguer unido a la presencia del nuevo y mi nuevo conocimiento
del campo y de la jente, determinó el
libro. Entonces yo iba mucho por el pueblo con mi médico Luis López Rueda y vi
muchas cosas tristes”.
Este elocuente comentario sobre
la relación que el poeta mantuvo con su médico se completa con las alusiones al
doctor que Juan Ramón hace en Platero y yo. Así en el capítulo XXXVI ‘Las tres
viejas’ el poeta escribe “Debe venir de la playa o de los montes. Mira. Una es
ciega y las otras dos la traen por los brazos. Vendrán a ver a don Luis, el
médico, o al hospital…” Y en el capítulo LXI ‘La perra parida’: “Parió cuatro
perritos, y Salud, la lechera, se los llevó a su choza de las Madres, porque se
le estaba muriendo un niño, y don Luis le había dicho que le diera caldo de
perritos.”
En ambas descripciones, Juan
Ramón destaca la cruda realidad de los pobres en una época en que las
diferencias sociales y las carencias materiales de muchas familias aún formaban
parte del paisaje.
La figura del doctor Luís López
Rueda es reivindicada así en este emblemático Año Platero, ocupando ese lugar
destacado en el archivo histórico municipal, donde el público podrá admirar
documentos centenarios tan significativos como su solicitud para la plaza
vacante de médico de la
Beneficencia , una comunicación de la Junta de Gobierno y Patronato de
Médicos Titulares con el nombramiento de Luis López Rueda como médico titular
de esta localidad, o una solicitud del propio facultativo al Ayuntamiento
moguereño para que se abonen quinquenios en el ejercicio de su profesión.
Además pueden admirarse también interesantes fotografías como la que nos
muestra a Juan Ramón con Luis López Rueda y sus hijas en el exterior de la
parroquia de Almonte, en un viaje al Rocío, una imagen del médico en la azotea
de su casa de la calle Burgos y Mazo con vista a la plaza del Cabildo, y una
foto de estudio del gran doctor y amigo personal del poeta, varios de cuyos descendientes
asistieron también al acto de homenaje tributado esta mañana en el archivo
moguereño