Dos
miradas a la primera edición
El día 12 de diciembre de 1914
aparece publicada la primera edición de Platero yo en Ediciones de La Lectura (Biblioteca
de Juventud). Se trata de una edición menor de la obra magistral de Juan Ramón
Jiménez, compuesta de 63 capítulos ilustrados por Fernando Marco con "pasta
florida". Juan Ramón manifestó en reiteradas ocasiones que no era un libro
para niños sino "escojido para los niños". Él mismo se encargó de la
selección de estos capítulos, aunque años más tarde se contradice diciendo que
fue el editor el encargado de la selección. Paralela a esta edición salía a la
luz ese mismo día, en esta misma editorial “el otro tú de Platero”, como luego
lo llamaría el poeta al conocer su existencia. Se trata de una edición de
idéntico contenido pero con portada diferente, realizada en pasta dura y tela
gris, bajo el epígrafe de El Libro Escolar. Hasta hoy, todos los estudios
apuntaban de que se trataba de una segunda edición aparecida poco después de la
primera, ante el éxito en ventas y difusión que había adquirido la obra. Hoy,
100 años después de la publicación de estas dos ediciones, el destino parece
que ha querido ofrecer este regalo de cumpleaños a Juan Ramón y Platero
descubriendo el secreto de esta edición. Es en el capítulo “Platero y los
jitanos” donde Juan Ramón Jiménez nos deja todas las pistas para descifrar este
enigma.
Francisco
López Acebal, director de La Lectura desde 1907, mantenía amistad con Juan
Ramón desde 1903 cuando se lo presentaron los Martínez Sierra. En 1914 según
comenta el poeta, los editores de La Lectura que habían tenido ocasión de
conocer algunos de los manuscritos de Platero y yo le pidieron que eligiese
algunos capítulos del libro para publicarlos en su Biblioteca de Juventud.
Acebal, ofreció a JR un contrato con su editorial para la publicación de la
obra. La editorial pagó 500 pts por la edición y se publicaron 3.000
ejemplares. Aprovechándose de la amistad que le unía con el poeta, Acebal,
engañosamente añadió al contrato que JR cedía a la editorial los derechos de
reproducción de la obra. En 1915 el poeta descubrió la otra edición de Platero,
y así el engaño, cuando tropezó fortuitamente con el libro mientras paseaba por
la Feria del Libro en Madrid. De esta edición se hicieron 5.000 ejemplares. Fue
entonces cuando el poeta escribió el capítulo “Platero y los jitanos” donde
critica irónicamente la edición "ilegal" para él, pero legal” ante la
ley por el contrato firmado con la editorial.
Más tarde fue Domingo Barnés
Salinas –jefe de redacción de La Lectura- quien deshizo el contrato con la
editorial comprendiendo que había sido un engaño y que perjudicaba a Juan Ramón
con el que mantenía una relación amistosa por la vinculación de ambos a la
Institución Libre de Enseñanza y el respeto y admiración que los dos profesaban
a Francisco Giner de los Ríos.
“… hay muchos editores indignos que, aparte de
robarlas, las hacen feas, lo que les perdono menos que el robo vil.”
JRJ