Anabel Quintero: “por muy
extendido que esté el consumo de alcohol y cannabis entre adolescentes, no es
normal”
Las profesionales dan pautas para
evitar conflictos
23 Dic.´14.- Desde el Centro
Comarcal de Drogodependencias Ribera del Tinto
de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Palos de la Frontera se ha lanzado un mensaje
de cara a la prevención del consumo, sobre todo de alcohol, durante las Fiestas
Navideñas.
Miriam Álvarez, médico del equipo
de este centro, aclara que lo que se pretende es dar algunas pautas para evitar
problemas derivados del consumo de sustancias, para que en estas fechas prime
la concordia y la felicidad.
Álvarez hace hincapié en que
aunque el consumo de alcohol esté permitido, hay que tener presente que el
alcohol es una droga depresora del sistema nervioso central que provoca
determinados efectos en nosotros volviéndonos, entre otras cosas, más
impulsivos y más irritables. Además su consumo, sobre todo en adolescentes,
suele ir acompañado del consumo de otras sustancias como el cannabis y al final
lo que comienza como una fiesta puede terminar en conflictos con la familia,
con la pareja, etc.
Para evitar estos posibles
desenlaces las profesionales del Centro recomiendan estar muy atentos y ser muy
conscientes de los riesgos que se asumen.
A los padres la psicóloga de
Servicios Sociales, Anabel Quintero, les recuerda que aunque el consumo de
alcohol en estas fechas esté muy extendido eso no significa que sea normal y;
les recomienda que si aprecian en sus hijos ciertos signos como despreocupación
por su higiene, despistes, agresividad, problemas con el sueño y la
alimentación, fracaso escolar o que se vuelven muy exigentes reclamando dinero,
“hay que indagar porque algo puede estar pasando”.
Estas profesionales recuerdan que
el 99% de los pacientes que se atienden en el Centro de Drogodependencias
empezaron a consumir drogas en fiestas con un grupo de amigos aunque sólo uno
de cada 10 se queda enganchado.
Como consejos para prevenir las
adicciones desde el Centro Ribera del Tinto se recomienda poner en casa normas
claras, ser modelos constantemente, que exista una comunicación fluida para que
nuestros hijos confíen en nosotros y se sientan cómodos a la hora de contarnos
sus miedos y sus preocupaciones sin temer a represalias ni castigos o sermones
y, promover el ocio en familia.