01 febrero, 2015

LAS AGUAS DE “POSEIDÓN”

Un camión cargando en la planta "Poseidón"
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha emitido Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable al proyecto de una planta de tratamiento de aguas residuales de la compañía Repsol en las instalaciones de la planta de gas “Poseidón” de Mazagón, en el término municipal de Moguer.

Según la Resolución de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, publicada en el BOE el pasado 23 de enero, “no es previsible” que la planta, que se construirá en las instalaciones de gas que Repsol tiene en Mazagón, cumpliendo los requisitos ambientales que se desprenden de la DIA, “vaya a producir impactos adversos significativos”.

El gas natural que llega a la planta “Proyecto Poseidón” de Mazagón, procede del campo de gas “Poseidón”, situado en el subsuelo marino del Golfo de Cádiz, a unos 30 kilómetros de Mazagón. Este campo de gas comprende un conjunto de siete yacimientos de gas natural separados e independientes, de los que solamente uno, “Poseidón Norte”, es explotado en la actualidad.

El gas extraído de este yacimiento es trasladado mediante un gaseoducto hasta la planta de tratamiento de gas en Mazagón, donde es sometido, entre otras cosas, a un proceso de separación de agua de formación. Las aguas de formación, de origen geológico, son originadas por intrusión marina, subyacen al gas natural en el yacimiento, y se extraen junto con el gas.

Instalaciones de la planta "Proyecto Poseidón"
Desde principios de 2012, el periódico digital Mazagón Beach ha venido denunciando en este medio la contaminación de estas aguas residuales y sus vertidos. El 11 de febrero de 2012, denunciamos la intención de Repsol de verter las aguas directamente en la depuradora de Mazagón, después de que vecinos de Matalascañas y la organización ecologista WWF denunciaran el hecho al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, y ante el Ayuntamiento de Almonte, por el fuerte olor a hidrocarburos que había en la playa, y consiguieran paralizar los vertidos.

Repsol se encontraba con un grave problema: O buscaba una solución urgente para seguir vertiendo sus “aguas salinas” en otro lugar, o tendría que paralizar la explotación del yacimiento del Golfo de Cádiz, algo que supondría una ruina económica para la empresa.

Unos días más tarde, Repsol encuentra otra alternativa llegando a un acuerdo provisional con la Empresa Municipal de Aguas de Huelva (Emahsa), que se hace cargo de tratar esas aguas con unos beneficios anuales de 300.000 euros. Pero poco después se comprueba que las aguas son vertidas directamente a una arqueta de la red de saneamiento urbana de la capital que desemboca en la Ría, hecho que fue denunciado por la Asociación Mesa de la Ría.

Paralelamente a este acuerdo, Repsol solicita al Ayuntamiento de Moguer verter este agua en su término municipal de Mazagón, a pesar de contar con una depuradora deficiente que no es capaz de tratar las aguas residuales que genera Mazagón, y mucho menos el exagerado volumen de 292.000 metros cúbicos al año que esta planta vertería en la depuradora. De esta manera Repsol podría obtener un importante beneficio económico al evitar el transporte de las cisternas a la planta de Huelva. Esta petición fue publicada en el BOLETIN OFICIAL  DE LA PROVINCIA DE HUELVA N.º 16, el 25 de Enero de 2012. 

El Ayuntamiento de Moguer podría haber percibido 25.000 euros mensuales si aceptaba esta propuesta, pero la solución de los vertidos no pasaba por compensar económicamente los perjuicios causados, sino en exigir a esta empresa la construcción de una planta para el tratamiento especifico de las aguas, con el consiguiente estudio de Impacto Ambiental, y además, que repercutiera económicamente en la población de Mazagón. 

La oferta de Repsol era muy atractiva y nada desdeñable para cualquier ayuntamiento, y sobre todo para el de Moguer, dada su precaria situación económica, pero el asunto fue tratado con sensatez y la Junta de Andalucía no permitió verter estos residuos en el EDAR de Mazagón, pues se estaría convirtiendo a esta localidad en un auténtico vertedero.

Instalaciones de la EDAR
El 25 febrero de 2012, Marcos Fraga, responsable de Comunicación de Repsol, envía un comunicado a Mazagón Beach, en el que entre otras cosas hacía constar que Repsol no estaba realizando ninguna actividad ilícita y que actuaba con total transparencia, ya que contaba con todos los permisos necesarios para el vertido de las aguas, y que éstas no contenían ningún rastro de hidrocarburos, siendo totalmente inocuas para el medio ambiente, según un análisis efectuado por la empresa ATISAE.

Más tarde las polémicas aguas de “Poseidón” volvían a ser noticia en los medios de comunicación por el vertido “irregular” al estero de las marismas del Rincón, lugar protegido ambientalmente y de Interés Comunitario, según la denuncia presentada ante el SEPRONA  por la Asociación Mesa de la Ría de Huelva por tener un alto índice de contaminación. Esta asociación que se personó en el expediente de petición de autorización de vertido de Repsol en Mazagón, pudo comprobar que la Junta de Andalucía denegó el vertido a través del emisario de la EDAR de Mazagón, al considerar sus propias analíticas, y no las que facilitó Repsol.

Camino de acceso de la planta a la EDAR
Las analíticas consultadas por la Mesa de la Ría en el expediente denegatorio de Mazagón, las mismas aguas que Repsol vertía en Huelva, contenían altas cantidades de Cloruros y cantidades significativas de Bario, Hierro, Aceites y Grasas, Hidrocarburos, Selenio, Níquel, Mangneso, Cromo, Boro, Arsénico, etc.

Este proyecto denunciado en Mazagón Beach, fue denunciado también por Ecologistas en Acción y por la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Mazagón (CEMA), que presentaron alegaciones al respecto.

El 15 de marzo de 2012, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Huelva, daba respuesta a las alegaciones de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Mazagón, diciendo que según la Ley 7/2007, de 9 de julio, de Gestión Integral de la Calidad Ambiental, quedan prohibidos los vertidos, cualquiera que sea su naturaleza y estado físico, que se realicen, de forma directa o indirecta, a cualquier bien del dominio público hidráulico o, desde tierra, a cualquier bien del dominio público maritimoterrestre y que no cuenten con la correspondiente autorización administrativa.
El vertido NO SERÁ autorizado si no se cumple todo lo reglamentariamente aplicable.


Entrada a la EDAR desde la A-494
Bueno, pues después de todo lo expuesto anteriormente, parece ser que las aguas de “Poseidón” no son tan inocuas como afirmaba el responsable de Comunicación de Repsol a Mazagón Beach, y que deben ser depuradas con un tratamiento físico-químico basado en la precipitación de metales y sedimentación de los mismos mediante distintas fases. La planta que se pretende instalar tendrá una capacidad para tratar un volumen diario de agua de 1.200 m3, de los cuales una parte será enviada a vertido y la otra irá separada con lodos. Las aguas serán enviadas a la EDAR de Mazagón para verterlas por el emisario. El proyecto ha descartado la construcción de un acueducto de 4,20 kilómetros, por lo que el transporte se realizará en camiones cisterna de 25 m3, a razón de 48 camiones diarios, que circularán por un camino hasta cruzar la A-494 en el kilómetro 29, para dirigirse a la EDAR. Pero lo que más sorprende de la Resolución de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, publicada en el BOE el pasado 23 de enero, es que a pesar del enorme tráfico de camiones por los caminos y carreteras de las mismas puertas del Parque Natural de Doñana, diga que “no es previsible” que este proyecto vaya a producir impactos adversos significativos”.

Ahora queda por ver de que manera se va a controlar la calidad de la depuración para garantizar que los vertidos sean completamente inofensivos, si las analíticas van a ser continuas o periódicas, y si se va a llevar a cabo un control minucioso del proceso.

                                                                              José Antonio Mayo Abargues