La ciudad de Moguer está celebrando en estos
días el 522 Aniversario del regreso de la carabela Niña tras
la gran aventura del descubrimiento de América. Ayer se escenificó la llegada
de Colón y de los hermanos Niño al puerto de la Ribera , y se conmemoró el
Voto Colombino en la iglesia de Santa Clara.
Llegada a Moguer de Colon y hermanos Niño |
Más de 400 niños y niñas que cursan segundo
ciclo de primaria en los colegios de la localidad, participaron ayer en la
teatralización de la llegada de la carabela Niña al puerto de La Ribera tras descubrir el
Nuevo Mundo, dentro de la programación con la que la Fundación de Cultura
conmemora el aniversario de la destacada participación de Moguer en la empresa
colombina.
La nave construida en los astilleros
moguereños con madera de pino y chaparro de nuestros montes, se convirtió en
capitana de la expedición en el tornaviaje, llegando a bordo de ella hasta el
antiguo muelle de La Ribera ,
el propio Cristóbal Colón junto a los hermanos Niño y decenas de marineros
moguereños que participaron en la gran gesta descubridora.
Una compañía de teatro se encargó de
representar la llegada al puerto de Moguer de la carabela hace 522 años, entre
la expectación de los chavales que también se sumaron a la comitiva que
discurrió desde el antiguo puerto hasta el monasterio de Santa Clara.
Antes, en el propio muelle, se teatralizó
el encuentro de Colón y los Niño con la abadesa del convento moguereño Inés
Enríquez que esperaba su llegada, una religiosa cuya mediación resultó decisiva
para hacer posible la organización del gran viaje trasatlántico. La abadesa
recibió de Colón una muestra de la riqueza que atesoraba el Nuevo Mundo, y pudo
admirar a uno de los primeros indígenas de la tribu de los taínos que habitaban
las tierras de ultramar.
Marineros, descubridores y chavales de los
colegios, a los que se sumó también una representación municipal compuesta por
el Alcalde Gustavo Cuéllar y los concejales de Cultura, Lourdes Garrido, y de
Turismo, José Antonio Rodríguez, ascendieron posteriormente por la calle Ribera
hasta llegar a la plaza de las Monjas donde, junto a la estatua que recuerda a
los navegantes, un grupo de teatro del colegio Pedro Alonso Niño representó
también la llegada a la ciudad de la comitiva colombina, y el revuelo que
organizó entre sus habitantes la noticia del descubrimiento del Nuevo Mundo.
Representacion escolar |
Los chavales del colegio Pedro Alonso Niño,
que desde hace años preparan con esmero la representación de algunas de las
escenas que, con toda seguridad, se produjeron en la ciudad de Moguer al
regreso de la expedición americana, se sienten especialmente cercanos a la
gesta colombina al estar dedicado su centro escolar a la memoria del gran
navegante moguereño que fue piloto de la flotilla. Los jóvenes actores dieron
vida con gran soltura a personajes como pescadores y navegantes, comerciantes,
artesanos y, por supuesto, monjas del cenobio de clarisas en el que Colón
encontró los apoyos y la mediación necesarias para hacer posible el encuentro
entre dos mundos, desarrollando una puesta en escena que fue seguida por
cientos de alumnos y alumnas de todos los centros.
Rememoración en Santa Clara
Ya por la tarde se realizó en la
iglesia de Santa Clara la conmemoración del Voto Colombino y del regreso de la Carabela Niña a
Moguer, en un acto en el que participaron como cada año la Real Sociedad
Colombina Onubense y el Ayuntamiento de Moguer, quienes rememoran conjuntamente
el voto formulado por el marino genovés para dar gracias por el regreso tras la
gran tempestad que sorprendió a las carabelas Pinta y Niña a la altura de las
Azores, en la travesía de vuelta a España.
En la iglesia conventual en la que el
Almirante pasó en vela y oración la madrugada del 15 al 16 de marzo de 1493, se
dieron cita una amplia representación de la Corporación Local
presidida por el alcalde Gustavo Cuéllar, la directiva de la Colombina , con su
presidente José María Segovia al frente, autoridades civiles y militares, así
como vecinos que se sumaron al acto de homenaje a los descubridores moguereños.
Tras la lectura por parte del secretario de
la Colombina
del diario de a bordo en el que se da cuenta con todo detalle de la tormenta
que azotó a las naves en el tornaviaje y de cómo Colón fue el elegido por la
suerte para «echar un romero a Santa
Clara de Moguer» si la tripulación salía con vida de la tempestad, el alcalde
de Moguer escenificó la cumplimentación del Voto por parte de Cristóbal Colón,
encendiendo y portando junto al presidente de la Colombina , José María
Segovia, el Cirio Votivo que recuerda la estancia del marino genovés en el
monasterio moguereño.
Finalizada la Misa de Acción de Gracias,
los alumnos y alumnas del Pedro Alonso Niño a los que dirige el que fuera
profesor del centro, Manuel Burgos, volvieron a representar en el interior del
templo, las escenas del regreso a Moguer de los descubridores, recibiendo pro
parte de la corporación local un diploma como reconocimiento a su participación
en esta efemérides colombina que llena de orgullo a la ciudad de Moguer.
Ofrenda a los marineros moguereños |
Como colofón al acto, Cuéllar y Segovia
portaron hasta el monumento dedicado a la memoria de Colón, los Hermanos Niño y
todos los intrépidos descubridores moguereños, una corona de laurel como
recuerdo y homenaje a quienes hicieron posible una de las mayores aventuras de
la humanidad.
Conferencia
Continuando con la programación
cultural en torno al regreso de la
Niña a Moguer, hoy martes tendrá lugar en el salón de
sesiones del ayuntamiento, a partir de las 20,30 horas, una interesa nte conferencia a cargo del director del
Archivo Histórico y Biblioteca Iberoamericana de la ciudad, Diego
Ropero-Regidor, que lleva por título 'El
retorno de los Niño y las repercusiones de la navegación descubridora en el
Señorío de Moguer'.
Moguer en el descubrimiento
El 16 de marzo es la fecha
colombina más emblemática para la ciudad de Moguer, ya que ese día regresaron a
la ciudad del Tinto los marineros que acompañaron a Colón en el Descubrimiento
de América.
Hace cinco siglos Moguer era un centro
económico y comercial de primer orden en toda la comarca, que contaba con casi
5.000 habitantes. La entonces señorial villa de Moguer disponía de muelle de
carga, calzada hasta la ribera del Tinto, varadero, astilleros y una alota que,
junto a la de Huelva ,
era la mayor del litoral onubense.
En este ambiente de gran actividad
comercial y marinera se construyó y botó en el muelle de la Ribera la carabela Niña , y se
fraguó la participación moguereña en el viaje colombino, una empresa en la que
tomaron parte decenas de navegantes que se enrolaron en la aventura de la mano
de los hermanos Niño, Juan, Pedro Alonso y Francisco, propietarios de la
carabela y miembros de una de las familias más influyentes de la villa.
Luego tomarían parte en los viajes de
exploración y colonización Cristóbal Niño, que fue maestre de la carabela Cardera ,
y otros muchos moguereños como Alonso Vélez de Mendoza, repoblador de la isla
de Santo Domingo, Bartolomé Ruiz de Estrada, descubridor y navegante del
Pacífico, el franciscano Quintero, que participó con Hernán Cortés en la
expedición a México, o Diego García de Moguer, que acompañó a Magallanes en el
primer viaje que se realizó alrededor del mundo.
Este importante pasado marinero de la
ciudad, y el espíritu aventurero de los moguereños de la época, son parte del
legado histórico que se pretende reivindicar y mantener vivo con actos como los
que se celebran estos días.
Además del regreso a Moguer de la nave
descubridora, se conmemora también la cumplimentación del Voto Colombino de
Santa Clara, que realizó el propio Almirante pasando la noche del 15 al 16 de
marzo de 1493 en vela y oración en el monasterio moguereño, para dar gracias
por haberse salvado de la gran tempestad que amenazaba con hacer zozobrar a las
carabelas Pinta y Niña a la altura de las islas Azores, en el tornaviaje