Esta
fotografía de archivo muestra la escasa distancia que hay desde los tanques de
almacenamiento de Decal a la urbanización El Vigía de Mazagón.
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Han
pasado ya muchos años, pero todavía sigue vivo en mi recuerdo aquella imagen de
las vecinas de mi barrio barriendo las puertas de sus casas a primera hora de
la mañana, algo que ya se está perdiendo
porque se supone que los servicios municipales se encargan de ello. Aquellas señoras salían con su escoba a la
calle, todas desaliñadas, en zapatillas de felpa y con la bata de guatiné, para barrer
las aceras y evitar que el polvo ensuciara sus casas, al mismo tiempo que
cotilleaban todo lo sucedido el día anterior.
Viene
esto a mi memoria por la reciente autorización de la Dirección General de
Política Energética y Minas a la empresa Decal para instalar 12 nuevos tanques
de gasolina y aumentar la capacidad de almacenamiento en 205.650 m3. En la
actualidad se almacenan en el recinto que Decal tiene en la zona industrial del
Nuevo Puerto —muy cerca de Mazagón—, 505.000 m3, por lo que su capacidad de
almacenamiento con esta ampliación sería de 710.650 m3. De estos 12 tanques, 4 se montarán en un
cubeto existente en las actuales instalaciones, y los 8 restantes en un nuevo
cubeto en la parcela anexa. La resolución fue publicada en el BOE el pasado 7
de abril.
En
Mazagón tenemos que salir a la calle, escoba en mano a barrer la puerta para
que nuestra casa no se ensucie, para que no se deteriore nuestra calidad de
vida, para no dar una mala imagen de esta localidad a nuestros invitados; y lo
más importante, para que esos invitados vuelvan a visitarnos. De qué nos sirve esforzarnos en
organizar eventos deportivos, culturales o gastronómicos para atraer al
visitante hacia nuestra casa, si la industria sigue creciendo a escasos pasos
de esta localidad, con el consiguiente riesgo que entraña el almacenamiento de
combustible en grandes cantidades y el impacto visual que provoca la ampliación
de este parque de almacenamiento.
No debemos consentir que la industria siga avanzando en la misma
entrada de Mazagón, en la misma entrada del Parque Natural de Doñana. Sirvan estas letras para pedir a todos los políticos que tienen competencias en ello que pongan
freno a este galopante avance: Gobierno central, Junta de Andalucía,
ayuntamientos; sobre todo a estos últimos ya que son los más cercanos al
ciudadano. Les pedimos que reaccionen, que no miren hacia otro lado y que defiendan
los intereses de la ciudadanía y no el de los grandes capitales que invierten
sus ganancias muy lejos de Mazagón.
José Antonio Mayo Abargues