Vivir en
sociedad conlleva una serie de normas de conducta que todos estamos obligados a
acatar, es algo fundamental para el buen desarrollo de nuestras vidas y nadie
se debe saltar esas normas a la torera, aunque esto suele ocurrir con mucha
frecuencia y delante de nuestras propias narices.
Es lo que
ocurre todos los fines de semana y días festivos en la calle Eslora de Mazagón,
conocida popularmente como la Calle del
Negro, una calle en la que está prohibido el tráfico de vehículos a motor, los
sábados, domingos y festivos, desde las 13.30 h. hasta las 2:00 h,
considerándose calle peatonal para que los clientes de los bares de esta calle
puedan disfrutar del aperitivo en las terrazas con total seguridad, sin
exponerse a sufrir un accidente.
Sin
embargo, no es raro ver a cualquier hora de esos días señalados, cómo algunos
ciudadanos infringen esas normas básicas de convivencia y aparcan sus vehículos
en sitios prohibidos, con el objeto de no tener que perder el tiempo en buscar
un aparcamiento, y así tenerlos más cerca de los bares a la hora de irse.
Se
advierte de esta prohibición con una valla colocada en el centro de la entrada
de la calle, y con un cartel en la acera de la izquierda, que hace referencia a
los días de la prohibición y a la franja horaria. Pero estas personas hacen
caso omiso de las señales y aparcan sus motos dentro de la calle, causando un
trastorno a los que disfrutan de su estancia en las terrazas, y siendo un
peligro para los niños que juegan en la calle, ya que pueden tocar un tubo de
escape inconscientemente y quedarse pegados con el calor.
Luego
están los coches que aparcan en la entrada de la calle, impidiendo el acceso a
ella de algún vehículo de emergencias: ambulancia, bomberos, etc. Se han dado
casos en los que la ambulancia no ha podido pasar por estar los vehículos
estacionados en la entrada a la calle y han tenido que acceder por otro lugar,
con la consiguiente pérdida de tiempo que ello supone.
Con esta
denuncia se pretende sensibilizar a los usuarios de esta calle para que no
hagan un mal uso de ella, y dar un toque de atención a las autoridades
municipales para que obliguen a cumplir las normas a estos infractores. Que
esta sociedad sea mejor, es cosa de todos.
José Antonio Mayo
Abargues