Continuando con el ciclo ‘40 Años de
Flamenco’, la Peña de Cante Jondo organizó el pasado viernes un gala musical
que contó con el embrujo de la cantaora local María Rodríguez y la maestría a
la guitarra de Antonio Rodríguez ‘Caballero hijo’. La velada comenzó con una
pincela poética.
La Peña que dirige Ramón Ruiz sigue
apostando por la puesta en valor de los artistas locales, que generación tras
generación siguen manteniendo viva en la ciudad la pasión por el flamenco. En
la noche del pasado viernes fueron protagonista la voz y la fuerza de María
Rodríguez, una joven de raza que ha encontrado en el mundo del arte el mejor
espacio para expresarse y proyectar todo lo que lleva dentro. Su discapacidad
visual nunca ha sido un impedimento para luchar por su realización y
crecimiento personal, que ha conseguido en gran medida gracias a esta pasión
que nos muestra el alma de una mujer flamenca capaz de emocionar con su arte y
su sentimiento.
En el escenario María estuvo acompañado por
Antonio Rodríguez ‘Caballero hijo’, un maestro de las seis cuerdas que derrochó
calidad en una velada que arrancó con el prólogo poético del escritor argentino
afincado en Moguer Ricardo Witte.
Esta actividad se enmarca en el ciclo ’40
años de Flamenco’ promovida por la Peña de Cante Jondo para celebrar en el
escenario las cuatro décadas que esta institución moguereña lleva dedicadas a
la proyección y puesta en valor de nuestras raíces culturales.