A mediados del
siglo XVI los primeros cronistas de Indias, Gonzalo Fernández de
Oviedo y Francisco López de Gómara, entendieron que la Villa de Palos
y la localidad cercana de Moguer eran un solo pueblo.
Feria Medieval del
Descubrimiento 2015/Foto Ayuntamiento de Palos
|
En el Archivo General de Indias
consta, en la Signatura: PATRONATO, 295, N.3 el siguiente texto:
Real Provisión de los Reyes
Católicos
DIRIGIDA A CIERTOS VECINOS DE
PALOS PARA QUE ENTREGUEN A CRISTÓBAL COLÓN DOS CARABELAS.
Granada, 30 de Abril de 1492.
Don Fernando e Doña Ysabel por la
gracia de dios Rey e Reyna de Castilla, de León, de Aragón, de Secilia, de
Granada …. A vos, Diego Rodríguez Prieto, e a todas las otras personas vuestros
compañeros e otros vezinos de la villa de Palos e a cada uno de vos,
salud e gracia. Vien sabedes como por algunas cosas fechas e cometidas por
vosotros en desserbicio nuestro, por los del nuestro Consejo fuistes condenados
a que fuésedes obligados a nos serbir dos meses con dos carabelas armadas a
vuestras propias costas …. E agora, por quanto nos avemos mandado a Christoval
Colón que vaya con tres carabelas de armada, como nuestro capitán de las dichas
tres carabelas, para ciertas partes de la mar océana sobre algunas cosas que
cunplen a nuestro servicio e nos queremos que llebe consigo las dichas dos
carabelas con que asy nos aveis de servir.
Y es que Palos de la Frontera,
localidad onubense que da nombre a la estación de Metro de Madrid: “Palos de la
Frontera”, fue conocida como Villa de Palos desde su fundación.
Palos de la Frontera fue la localidad y puerto de mar de donde partieron las carabelas La Pinta y La Niña, seguidas de la nao Santa María embarcando a Cristóbal Colón el 2 de Agosto de 1492.
Pero esta es otra parte de la
historia. ¿Qué relación existe entre la localidad onubense de “Palos de la
Frontera” con otra localidad denominada Moguer y, la Villa de Palos con la
estación de metro de “Palos de la Frontera”?
La curiosidad de esta historia
finaliza en el siglo XX. Y más concretamente a mediados del mes de Febrero de
1986. El diario EL PAIS se hacía eco del acuerdo firmado entre La Compañía
Metropolitano de Madrid y el Ayuntamiento de Palos de la Frontera mediante el
cual: la denominación de la estación de metro “Palos de Moguer” debía cambiar
su errónea designación por “Palos de la Frontera”.
Pero vayamos al principio de los
principios. Fue en el transcurso del siglo XIX cuando fue trazada la calle
“Palos de Moguer”. Igualmente, la estación que dio nombre a la calle o la calle
que dio nombre a la estación, (que igual da), fue abierta al público el 26 de
Marzo de 1949. Teníamos entonces en ese Madrid de post guerra civilista, de
odio y rencor, hambre y esperanza, una calle y una estación de metro que hacían
alusión a un pueblo que nunca existió. Y no únicamente calle y parada de metro
tendríamos con dicha denominación “Palos de Moguer”. Todo un barrio tomó esta
denominación en el año 1971. El “Barrio de Moguer”.
Bastante tiempo tardaron las
cosas en cambiar. Por bastante increíble que nos parezca no fue hasta 1979
cuando la calle “Palos de Moguer” mudó su errónea denominación pasando a ser la
actual “Palos de la Frontera”. Y más aún, todavía 7 años más y 3 millones de
pesetas que supusieron el cambio de denominación de la parada de metro de
“Palos de Moguer” a “Palos de la Frontera”.
¿Y cuál fue el origen de esta
confusión?
He preguntado a muchos amigos
madrileños nacidos a mediados de los años 70. Todos ellos recuerdan al igual
que yo que antes existía una calle denominada “Palos de Moguer”. Incluso la
mayoría recordamos la parada de metro de “Palos de Moguer”. Pero lo cierto es
que ninguno recordamos a qué se debió el cambio.
¿Qué paso entre Moguer y la Villa de Palos?
Esta es la explicación:
La explicación para esta
confusión está recogida en los escritos que fueron publicados en relación a la
Villa de Palos, localidad onubense que podría haber pasado desapercibida por
los libros de historia si no fuera por…
En 1379, Juan I de Castilla
concedió a Álvar Pérez de Guzmán las villas de Palos y Villalba. Fue este gesto
compensación por haberle arrebatado las localidades de Gibraleón y Huelva.
Localidades que le fueron entregadas a la Condesa de Medinaceli.
Las dos hijas de Álvar Pérez de Guzmán fueron las herederas de las tierras y sus casamientos con dos condes convirtieron dichas tierras en señoríos. Y lo que es la historia, el Conde de Cifuentes, marido de la hija de Álvar Pérez de Guzman que heredó la Villa de Palos, decidió vender dichas tierras a los Reyes Católicos en 1492.
¿Por qué querrían comprar los
Reyes Católicos esas tierras?
En una época en la que las
incursiones a Guinea pasaron a convertirse en delictivas, (Tratado de
Alcáçovas), tomaba cuerpo la necesidad de explorar otras tierras. Por una de
estas incursiones penadas y no permitidas, dos carabelas, (La Pinta y La Niña),
fueron condenadas a servir a la Corona durante dos meses. Dichas carabelas
debían estar fondeadas en la Villa de Palos para servir a quien se ordenase
disponer de ellas.
El 30 de abril de 1492, con las ansias de exploración y conquista y con medios para llevarlo a cabo, los Reyes ordenaron que las dos carabelas se pusieran al mando de Cristóbal Colón.
Pero tuvo muchas dificultades Cristóbal
Colón para reclutar tripulantes, entre otras causas la más importante estaba
localizada en las ordenanzas que regían en la Villa de Palos, que prohibían
fletar barcos a las personas que no tuviesen participación en el señorío de la
villa. ¿Cómo solucionar esto último? Fácil…comprando parte de la Villa de
Palos.
Más tarde, con los hermanos
Pinzón a bordo, (familia oriunda de la Villa de Palos), y ultimados los
preparativos, la expedición partió del puerto de Palos el 3 de
agosto de 1492 con dos carabelas y una nao, llegando a tierras
de América el 12 de octubre. La Santa María naufragó en tierras
americanas, pero los otros dos navíos regresaron a Europa, llegando a Palos por
separado el 15 de marzo de 1493.
La confusión…
Etimológicamente, la denominación
“Palos de La Frontera” y más concretamente “Palos” procede del vocablo
romano Palus (“laguna”). Como dije antes, así se denominó, (Villa de
Palos), hasta 1642.
Si el descubrimiento no hubiera
tenido lugar. Si no hubieran salido las naves de la Villa de Palos. Si no
hubieran existido cronistas que permitieron recoger en el Archivo de Indias los
sucesos históricos más importantes de nuestro país. Si todo esto no hubiera
sucedido, probablemente la confusión: “Palos de Moguer” vs. “Palos de La
Frontera” nunca se hubiera dado.
A mediados del siglo XVI los
primeros cronistas de Indias, Gonzalo Fernández de
Oviedo y Francisco López de Gómara, entendieron que la Villa de Palos
y la localidad cercana de Moguer eran un solo pueblo. En los escritos en
los que trataban de dar cuenta histórica de lo sucedido en la Villa de Palos, el
descubrimiento de América, etcétera, se produjeron errores de
interpretación lógicos, más teniendo en cuenta que no existía Google Maps para
situar a Palos de la Frontera y Moguer en un simple mapa digital. Así de
artificial y lógicamente se creó el incorrecto e inexistente nombre de Palos
de Moguer en referencia a la localidad de Villa de Palos, que se extendió
con gran velocidad entre enciclopedias y escritos de la época.
Y no fue hasta mayo de 1642,
cuando el Concejo Municipal de Villa de Palos adoptó el nombre de Palos de
la Frontera, aprovechando que el rebelde marqués de Ayamonte hizo
pasar tropas portuguesas del Guadiana al Tinto, (cruzando la
frontera), y poniendo un segundo nombre a la Villa de Palos, bautizándolo como
es conocido en la actualidad: Palos de la Frontera.