Moguer ha conmemorado esta mañana el LVII
Aniversario de la muerte de Juan Ramón Jiménez, con una emotiva lectura de
poemas y ofrenda floral ante su tumba, en la que han participado centros
escolares y colectivos sociales de la ciudad. En el acto se rindió homenaje a la
desaparecida poetisa Acracia Márquez.
Lectura poética |
Hoy
viernes 29 de mayo se cumple el quincuagésimo séptimo aniversario del
fallecimiento del premio Nobel Juan Ramón Jiménez en el hospital Mimiya de
Santurce, Puerto Rico, y como cada año, la ciudad natal del poeta ha rendido
homenaje al autor de ‘Platero y yo’ junto a la sencilla lápida del cementerio
moguereño bajo la que descansan los restos del matrimonio Jiménez-Camprubí.
La
Fundación del Nobel y el Ayuntamiento de la localidad han organizado el acto al
que se han sumado el alumnado de los colegios Pedro Alonso Niño y Virgen de
Montemayor, así como de los institutos Juan Ramón Jiménez y Francisco Garfias,
participando también representantes de las asociaciones de mujeres moguereñas
Eulalia Ruiz de Clavijo y Zenobia Camprubí.
La
conmemoración de este año ha estado marcada por el homenaje que se ha tributado
a la poetisa y rendida admiradora de Juan Ramón, Acracia Márquez, recientemente
fallecida, quien desde hacía décadas venía participando año tras año en el
homenaje a Juan Ramón y Zenobia contribuyendo con sus poemas y su cariño a
mantener vivo el recuerdo del Nobel.
El
alcalde de Moguer Gustavo Cuéllar intervino en primer lugar saludando a los
asistentes y recordando la figura de Acracia, con sentidas palabras de agradecimiento
‘hacia una mujer que nos enseñó a amar a Juan Ramón de una manera distinta,
desde el corazón y el alma, y que hoy está también presente en este acto’. El primer
mandatario local destacó ‘el compromiso y el cariño que siempre mantuvo esta
singular mujer tanto con nuestro poeta y su esposa, como con el pueblo de
Moguer’, y agradeció a sus hijas Pepa y Ana ‘que mantengan viva la llama de
amor a Juan Ramón que durante tantos años avivó Acracia’.
La concejala dio lectura a un poema de Nobel |
A
continuación intervinieron la concejala de Cultura Lourdes Garrido, quien dio
lectura a un poema del premio Nobel y tuvo también palabras elogiosas para la
desaparecida poetisa, así como el director de la Fundación Zenobia-Juan Ramón
Jiménez, Antonio Ramírez, quien comentó que Acracia, ‘no sólo se había
convertido en parte esencial de este homenaje anual al poeta, sino que incluso
cuando por alguna circunstancia excepcional no se celebró este acto, ella
acudía junto a la tumba del poeta que tanto admiraba para rendirle su
emocionado homenaje, el homenaje de una mujer a la que hoy añoramos con enorme
cariño’.
Posteriormente
tomaron la palabra las hijas de Acracia Márquez, Pepa y Ana Deacracia, que
asistieron al homenaje junto a numerosos familiares y amigos que escucharon
emocionados las palabras y poemas que las dos descendientes de la poetisa
declamaron con enorme sentimiento. Textos de Juan Ramón y otros escritos tanto
por Acracia como por sus hijas, llenaron de poesía el cementerio moguereño,
abarrotado ya de admiradores del Nobel y de la mujer que tanto amor le mostró
hasta el mismo momento de su muerte acaecida el pasado mes de febrero.
Un
detalle nos puede ayudar a entender el cariño y la admiración de Acracia hacia
nuestro Nobel y es el hecho de que, entre sus últimas voluntades, encargó a sus
hijas que cuidasen la tumba de Juan Ramón y Zenobia, y ellas, siguiendo su
deseo han embellecido el lugar en el descansan los restos del matrimonio
Jiménez-Camprubí, plantando rosales amarillos y colocando piedras blancas
alrededor del mausoleo.
El
homenaje a Acracia Márquez concluyó precisamente con el develado de una placa
junto a la tumba del poeta de la luz, colocada por sus propios familiares con
la autorización de los herederos del Nobel y de la Fundación de Cultura de
Moguer, en la que la poetisa tributa un último reconocimiento a Juan Ramón y
Zenobia.
Ofrenda floral |
Todas
las intervenciones concluyeron con la ofrenda de flores amarillas que tanto
gustaban al autor de ‘Platero y yo’, sobre la sencilla lápida del cementerio
moguereño bajo la que descansa el matrimonio Jiménez Camprubí.
Como
colofón a la intensa mañana de recuerdos y poesía, los familiares y amigos de
Acracia Márquez se desplazaron hasta el complejo turístico de Nazaret, junto a
la que fuera residencia de verano del Nobel moguereño, para rendirle un último
homenaje a la poetisa, con la proyección de un vídeo con imágenes de su
participación en distintos actos literarios, entre ellos los de homenaje a Juan
Ramón, y con la lectura de poemas del libro titulado ‘Exilio de un poeta’
escrito por la propia
Acracia como una prueba más de admiración y cariño hacia el
poeta de la luz.
El Ayuntamiento de Moguer,
representado por Gustavo Cuéllar y Lourdes Garrido, quiso sumarse también al
homenaje a Acracia Márquez, entregando a las hijas de la poetisa y gran
juanramoniana la escultura de un pequeño Platero, ‘para que conserven el
recuerdo de este día y el cariño con el que Moguer recordará siempre a esta
gran mujer y mejor persona’.