Pepe Vicario
Y es que con la llegada del otoño, no quiere decir que guardemos las motos, precisamente este pasado fin de semana hemos participado en dos eventos moteros, el sábado en la inauguración de la sede de nuestros amigos N-431 de Ayamonte, donde algunos socios pasaron a saludar y de paso disfrutar de una gran jornada, contando con el buen trato de los anfitriones, que se desvivieron para que todo saliera bien.
Y es que con la llegada del otoño, no quiere decir que guardemos las motos, precisamente este pasado fin de semana hemos participado en dos eventos moteros, el sábado en la inauguración de la sede de nuestros amigos N-431 de Ayamonte, donde algunos socios pasaron a saludar y de paso disfrutar de una gran jornada, contando con el buen trato de los anfitriones, que se desvivieron para que todo saliera bien.
Aparte el que suscribe,
el domingo se metió entre pecho y espalda unos 150 kilómetros, distancia que
nos separa de Loulé, en el país vecino, para asistir a la celebración de la
friolera de 25 años de creación del Motoclube de Loulé, el ambiente era
impresionante, además este club cuenta con una sede enorme, decorada al más
puro estilo motero, les hice entrega de un pequeño detalle de recuerdo y ellos
nos obsequiaron con un cuadro conmemorativo, allí saludando a viejos conocidos
y entablando amistad con nuevos amigos, se pasaron las horas sin darnos cuenta,
al final con los amigos del Motoclub Los Burracos regresé a casa sobre las dos
de la mañana sin novedad.
Como siempre el Club
Motorista el Faro, lleva el nombre de Mazagón allá donde vamos, poniendo a
nuestro pueblo en el mapa motero de España y parte del extranjero.