Ante los acontecimientos sociales y políticos que estamos viviendo en
relación a la situación en la que encuentran los refugiados, desde la Asociación
Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) ofrecemos unos consejos para
padres sobre cómo fomentar la SOLIDARIDAD en niños y niñas.
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La solidaridad es la virtud por
la cual nos mostramos unidos a otras personas, compartiendo sus intereses,
inquietudes y necesidades. Por lo tanto, este valor es un complemento de la
justicia que, para desarrollarse, necesita de las actitudes de otros valores
como: la empatía para ponerse en el lugar del otro y ver las situaciones desde
su punto de vista; la compasión para analizar las cosas con el “corazón” y
sentimientos de fraternidad; la comprensión desde el reconocimiento de la
dignidad personal del otro, o la ayuda para pasar a la acción y realizar
actuaciones para modificar las circunstancias desfavorables de los demás.
La solidaridad y el altruismo
conllevan actitudes para el servicio a la sociedad y alcanzan su verdadera
dimensión si, para ayudar a otros, se renuncia a beneficios propios que son muy
valorados.
Los niños necesitan recibir ayuda
de sus padres para establecer relaciones positivas con las personas de su
entorno y reforzar las conductas solidarias hacia ellas. De este modo,
contrarrestan el ejemplo que reciben constantemente de conductas negativas y contravalores
como el egoísmo, la envidia, la intolerancia, la ambición, el autoritarismo, el
abuso, etc. Hoy resulta fácil fomentar la sensibilidad y el respeto por el
medio ambiente o por los animales. Sin embargo, parece más complicado
desarrollar la sensibilidad y solidaridad con las personas que sufren y lo
pasan mal. Nos hemos acostumbrado a escuchar comentarios o a ver imágenes de
las desgracias ajenas, lo consideramos un mal habitual, perdemos la
sensibilidad y mostramos poca reacción emocional.
¿Qué pueden hacer los padres para
fomentar la solidaridad? Sobre todo transmitir este valor a través de sus
actuaciones diarias y cuidar sus actitudes en las relaciones interpersonales,
pero también:
• Leer cuentos, fábulas y
narraciones cuyo argumento esté basado en la solidaridad.
• Comentar las situaciones insolidarias que se dan en las informaciones de televisión u otros medios de comunicación. Explicar, con un lenguaje adaptado a la edad del niño, las causas de las imágenes que aparecen en los medios y buscar posibles soluciones.
• Comentar las situaciones insolidarias que se dan en las informaciones de televisión u otros medios de comunicación. Explicar, con un lenguaje adaptado a la edad del niño, las causas de las imágenes que aparecen en los medios y buscar posibles soluciones.
• Explicar a los niños y niñas que existe otra realidad más allá de su mundo
próximo y hacerles ver lo afortunados que son estimulando así el valor de la
gratitud.
• Fomentar las conductas responsables. Para ello, realizar pequeñas acciones
como puede ser donar alimentos, o incluso una pequeña limosna, y preguntarles
cómo se sienten tras haber ayudado a una persona que lo necesitaba.
• En situaciones cotidianas en las que el niño se muestre poco solidario,
provocar su reflexión con frases como: “Si eso te ocurriera a ti, ¿te gustaría
que te tratasen igual?, ¿Cómo te sientes tú cuando te hacen eso a ti?
• Animarle para que regale algún juguete a otros niños que carecen de recursos.
Ser solidario no es solo ayudar a
quienes más lo necesitan. Los comportamientos solidarios deben darse a todos
los niveles, también en casa o en el colegio. Ayudar a papá y mamá o a sus
hermanos es el primer paso. Los pequeños actos son los que marcan la
diferencia, crean el hábito y dan paso a acciones mayores. Ofrecerle
orientación sobre acciones cotidianas concretas:
-Cuidar de animales y plantas.
Respetar y valorar las plantas y el mobiliario de parques y jardines de la
ciudad.
-Desarrollar hábitos de ahorro de energía.
-Colaborar en la selección de basuras, hablarles sobre el perjuicio de las
materias que dañan el medio ambiente.
-Ser solidario, no solo en los casos más extremos, sino también con vosotros
(los padres) ayudando en las tareas domésticas y cuidando los elementos del
hogar, los juguetes, la ropa, etc.
Muchas veces una sonrisa, un
abrazo o una mirada de comprensión y cariño cuando un niño la necesita pueden
hacer mucho más de lo que imaginamos. Muchos niños tienen sus necesidades
básicas cubiertas pero necesitan sentirse queridos y apoyados en los momentos
difíciles. Eso también es solidaridad.
Asociación Mundial de Educadores
Infantiles (AMEI-WAECE)
Datos de contacto: Elvira Sánchez Igual
Responsable de Comunicación AMEI-WAECE
E-mail: comunicacion@waece.org
Telf.: 637865906 / 91 501 87 54
La Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) es una entidad asociativa totalmente independiente y sin ánimo de lucro, cuyo fin básico es la ayuda a los maestros de los niños más pequeños. Se constituyó a finales de 1991 como movimiento de renovación pedagógica de la educación infantil (de 0 a 6 años). Es Compañero de Primera Infancia de UNESCO, está Asociada al DPI/NGO de las Naciones Unidas (UN), es miembro de la Sociedad Civil de la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otros. Desde sus orígenes tiene firmado con el Ministerio de Educación un convenio para la formación continua de los trabajadores del sector, así como con la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid (donde reside su Sede Central). Más información en waece.org