Como colofón
al puente de “Todos los Santos”, Mazagón, después de salvar las pruebas de
Triatlón y su décima Ruta Gastronómica de la Tapa, con la cabeza bien alta a
pesar de las inclemencias del tiempo, se enfrenta al último coletazo del
temporal que azota la provincia.
Mientras las
olas saltan de lado a lado cuando rompen contra el Espigón Juan Carlos I, su
espuma en el interior de la Ría de Huelva alcanza una altura desproporcionada
al quebrar el agua sobre los escollos. Este velero, arrancado del muerto de su
fondeadero, se debatía esta tarde en la orilla con el consabido peligro de
fragmentar su timón o su quilla, a la espera de que baje la marea y que vuelva
la calma.