Esta tarde sobre las
19:00 horas, he ido a pegarme una carrerita por el pueblo, ya oscurecido; sí,
soy de esos degenerados que hacen deporte asiduamente, media hora corriendo, más
o menos, y en la avenida Conquistadores, un galgo como el de la foto, que lleva
tiempo abandonado y que va acompañado de dos o tres perros algo más pequeños,
se me ha venido encima a morderme, bueno a mí, con noventa y tantos kilos y
alguno más de mala hostia, no me va a morder ningún perro, y me he ido a
por él para morderle el cogote, ha salido por patas y le he tirado una piedra
para asustarlo.
Lo que yo me pregunto
es: ¿Qué hubiera pasado si en vez de topar conmigo, da con un niño o persona
mayor…? ¿Y quién se hace cargo de los perros sueltos que hay siempre por el
pueblo…? ¿Tendremos que esperar que como poco muerdan a alguien…? En materia de
animales, las competencias están en el tejado del ayuntamiento, ahí lo dejo por
si hace algún efecto, espero que sí.
Jose
Javier Vicario Barreiro