JOSÉ RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ
Navegó con el rey don Juan
Carlos I en el XXX Crucero de Instrucción en 1958
José
Rodríguez Rodríguez, el Portugués.
José
Rodríguez Rodríguez, el Portugués,
hijo de Francisco Rodríguez Surita y de Manuela Rodríguez, nació en Palos de la
Frontera (Huelva). Empezó trabajando en la agricultura; y en 1950, su padre le
concede un permiso avalado por dos testigos para obtener la cartilla de
embarque en la Comandancia de Marina de Huelva y poder dedicarse a la mar.
En
1957 es llamado a filas por la Armada, embarcando poco después en el buque escuela
Juan Sebastián de Elcano, como
marinero de reemplazo. El 10 de enero de 1958 el Elcano sale de San Fernando (Cádiz) para realizar el XXX Crucero de
Instrucción, al mando del capitán de fragata don José Ramón González. Entre los
guardiamarinas que embarcaron para realizar este crucero figuraba el rey don
Juan Carlos I (entonces príncipe), un joven sencillo, cercano, bromista y muy
integrado en la tripulación de aquel crucero.
Cuentan
que don Juan Carlos, a bordo del Elcano
era un guardiamarina más, que hacía las guardias que le correspondían, subía a
los palos y dormía en un compartimento con setenta compañeros, además de
recibir los mismos arrestos que los demás. Pero cuando llegaba a puerto era el
centro de atención de todos y estaba obligado a asistir a todas las fiestas y
recepciones que se organizaban en su honor; cuando a él lo que le gustaba era
estar con sus compañeros y seguir siendo un guardiamarina más.
El
itinerario del trigésimo Crucero de Instrucción de este buque fue el siguiente:
Las Palmas, Ciudad Trujillo (hoy Santo Domingo), Colón, Balboa, Callao,
Cartagena de Indias, Norfolk, Annápolis, Dublín, Brest, y finalmente Marín,
dando por finalizado el crucero el 12 julio del mismo año.
Don
Juan Carlos no llegó a realizar el crucero completo, ya que se tenía que
incorporar con la siguiente promoción para realizar prácticas en los buques
minadores, por lo que desembarcó en Annápolis para regresar a la Escuela Naval.
Autorización
paterna para poder sacar la cartilla de embarque.
Al
regreso de la mili, José Rodríguez se enroló en un pesquero de altura que
faenaba por las costas de África, consiguiendo sacar el título de Patrón Mayor.
En el sector de la pesca estuvo trabajando casi toda su vida, pues una vez que
decidió quedarse en tierra encontró trabajo en la lonja de Huelva, como pocero,
que es el hombre que en tierra se encarga del atraque y otras cuestiones, como
el transporte del pescado desde el barco hasta la lonja. Dados sus amplios
conocimientos del mundo de la pesca, la empresa “Mariscos Rodríguez” lo
contrató durante un tiempo, pero al final decidió volver a la lonja, jubilándose
a los 53 años. José disfrutó de su jubilación hasta que se embarcó en la nave que nunca ha de tornar —como
definió Antonio Machado a la muerte—, ligero
de equipaje, casi desnudo, como los hijos del mar…
Este artículo fue publicado
en el periódico Palos Punto Cero en
junio de 2016
José Antonio Mayo Abargues