El buque Juan Sebastián de Elcano arriba por primera vez al puerto de Huelva
El buque escuela Juan Sebastián de Elcano, fondeado
frente al monumento a Colón en la Punta del Sebo (Huelva).
En
la mañana del domingo 1 de agosto de 1999, el buque escuela de la Armada
Española, Juan Sebastián de Elcano,
visitaba Huelva por primera vez con motivo de la celebración de las Fiestas
Colombinas en el 507 aniversario del primer viaje de Colón. El buque, que
durante su navegación por el Canal del Padre Santo, estuvo acompañado por
numerosas embarcaciones de recreo, fondeó en la Punta del Sebo en espera de la
pleamar, debido a su gran calado, para poder atracar en el Muelle de Levante.
El Elcano,
procedente de Marín, arribo a Huelva para luego dirigirse a su base de San
Fernando (Cádiz), dando por finalizado el 70 Crucero de Instrucción. El buque
venía al mando del comandante Constantino Lobo Franco, con 277 tripulantes y 95
invitados que habían embarcado en Marín para venir a Huelva.
El buque escuela, que visitó Huelva
coincidiendo con el 125 aniversario de la creación del Puerto de Huelva, fue
recibido por el Almirante de la Zona Marítima del Estrecho, Alfonso Mosquera
Areces, el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez y numerosas personalidades. El
día 3 el Ministro de Defensa visitó la nave y fue recibido con 18 salvas de
cañón.
Mientras estuvo fondeado frente al monumento a
Colón, el Elcano recibió una visita
muy especial, la de un grupo de antiguos marineros de reemplazo de Palos de la
Frontera que habían realizado el Servicio Militar en este buque, acompañados de
varios amigos, casi todos patrones de pesca.
Un
marinero palermo gobernando el viejo pesquero.
La
visita se empezó a fraguar en la puerta del Hogar del Pensionista de Palos de
la Frontera, y la idea surgió entre un grupo de marineros que habían “servido”
—como le llamaban antes al cumplimiento del Servicio Militar— en el Elcano. Ante la anunciada arribada a
Huelva por primera vez en la historia de este buque, los marineros pensaron en
hacerle una visita por barco y arrimarse al casco para saludar a la
tripulación. Frente al Hogar del Pensionista se encontraba la oficina de La
Caixa, donde trabajaba Ernesto Pérez Domínguez, al que le solicitaron que los
llevara desde Mazagón hasta la Punta del Sebo en el Pero Vázquez, un barco de su propiedad, un viejo pesquero que había
sido reflotado. Ernesto accedió enseguida a su petición, pero ahora les quedaba
resolver el medio de transporte desde Palos al puerto deportivo de Mazagón y el
de regreso a Palos desde La Rábida.
El Pero Vázquez, junto al Juan Sebastián de Elcano.
Se
pusieron en contacto con el Ayuntamiento, y la alcaldesa de entonces, Dª Pilar
Pulgar, contrató un microbús de la empresa Autocares
Vázquez para ponerlo a su disposición. Francisco Pérez Cumbreras, el
propietario de los recreativos V Centenario, aportó una arroba de vino,
refrescos y frutos secos. El Pero Vázquez
se arrimó al casco del Elcano y el
patrón le dijo a uno de los mandos que a bordo de su barco llevaba a varios
marineros que habían navegado en el Elcano
y que querían saludar a la tripulación. El mando mandó formar la guardia en
cubierta, provocando una explosión de emoción que hizo llorar a todos los
tripulantes del Pero Vázquez. Fue un
acto muy emotivo que nunca olvidarán. Los marineros palermos desembarcaron en
el muelle de La Rábida y se dirigieron al Bar
Plus Ultra, donde fueron invitados por su propietario, Carlos Salas Gómez.
Poco después regresaron a Palos en el microbús de Autocares Vázquez.
Este artículo fue publicado el Periódico Palos Punto Cero en julio de 2016
José Antonio Mayo Abargues