Francisco Javier Camacho (IU Huelva) |
Francisco
Javier Camacho, responsable de Política Institucional de Izquierda Unida en
Huelva, denuncia que “tras el proyecto de Gas Natural para convertir el
subsuelo de Doñana en una enorme bombona de gas están las manos derecha e
izquierda de Felipe González por sus vinculaciones con esta compañía” y “que
los graves daños medioambientales y para la agricultura y el turismo de estas
acciones ponen en riesgo más de 10.000 empleos en la provincia de Huelva,
además de que perdamos importantes ayudas de la Unión Europea”.
“El inicio de
los graves trabajos de perforación con los que la empresa Gas Natural pretende
convertir el subsuelo de Doñana en un gigantesco almacén de gas debe ser
detenido porque nos encontramos ante una nueva amenaza directa al valioso
entorno y al propio Parque Nacional de Doñana, que va a poner en jaque la
economía de Huelva por la pérdida de miles de puestos de trabajo que va a
acarrear”, ha declarado hoy Francisco Javier Camacho en rueda de prensa.
El
representante de Izquierda Unida recuerda que “se trata de un macroproyecto que
ha sido presentado por Gas Natural cuarteado en cuatro partes, con lo que ha
logrado que la Junta de Andalucía le conceda la Autorización Ambiental
Unificada (AAU) y la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) a tres de los
cuatro. Ayer empezó a ejecutarse uno de ellos, bajo la denominación de Marismas
Occidental”. Camacho anuncia que llevaremos desde Izquierda Unida al Parlamento
Andaluz una iniciativa para que se paralicen y se revisen por parte de la
Consejería de Medio Ambiente estas autorizaciones, ya que estas obras suponen
un daño y un riesgo evidente para el Parque Nacional de Doñana y su valioso
entorno al afectar directamente a la Reserva Mundial de la Biosfera que es
Doñana. Le pedimos a la Junta de Andalucía que sea coherente si de verdad
mantiene su posición de que el Estudio de Impacto Ambiental debe ser unificado
y no cuarteado”. Camacho señala que Gas Natural, a estas alturas, no ha
presentado ningún estudio geológico a los que está legalmente obligada, según
la propia DIA, siendo ésta otra irregularidad añadida.
Camacho apela
al Gobierno andaluz y al Gobierno central en funciones “para que entiendan que
las actuaciones de Gas Natural van a suponer una serie de graves daños para los
sectores turístico, agrícola y de servicios, y a la imagen de nuestra
provincia”. Por ello, Izquierda Unida exige al Gobierno central que retire a
este proyecto la declaración de interés general que le concedió, y al de la
Junta de Andalucía que revise las autorizaciones que le ha dado y considere
este macroproyecto de Gas Natural “como lo que en realidad es, una gran
agresión directa al corazón de Doñana”.
Camacho
recuerda además que “actualmente se está tramitando en el Parlamento Europeo un
Procedimiento de Infracción por el proyecto de Gas Natural, después de que yo
mismo defendiera ante el Comité de Peticiones del Parlamento Europeo, el pasado
mes de julio, la urgente intervención de las autoridades comunitarias para
paralizar cautelarmente el proyecto de Gas Natural”. Camacho destaca como en
aquella comparecencia el Partido Popular, en un hecho sin precedentes,
permitiera la comparecencia de la propia empresa”.
“Las
administraciones competentes, Gobierno Central y Junta de Andalucía, están
actuando en beneficio de la empresa y dejando de lado la defensa del medio
ambiente, del resto de sectores económicos y de la población de nuestra
provincia, al permitir que Gas Natural haya podido empezar ya con sus obras de
perforación. Están siendo débiles con los fuertes y fuertes con los débiles”,
expone Camacho. Ante ello, el representante de Izquierda Unida reclama al
Comité de Peticiones que “se apresure a enviar a Huelva una delegación del Parlamento
Europeo para que logremos paralizar este proyecto”.
“El
escandaloso proceso de autorización a Gas Natural, por la inmensa importancia
que tiene Doñana, puede convertirse en un conflicto de repercusiones
internacionales si Gas Natural consigue finalmente llevar a cabo sus
pretensiones”, sentencia Camacho.