Con motivo de la
próxima conmemoración del 525 aniversario del Descubrimiento, la Fundación de
Cultura de Moguer y Cepsa han suscrito esta mañana un acuerdo de colaboración
por el que la empresa patrocinará la edición de una obra de investigación sobre
la relación de Cristóbal Colón y la ciudad de Moguer.
El alcalde Gustavo
Cuéllar y el representante de Cepsa José Antonio Agüera han rubricado el
acuerdo que permitirá la publicación del excelente trabajo de investigación que
los profesores, Antonio González Gómez y Juan Miguel González Gómez, han
realizado sobre los decisivos contactos que Colón mantuvo con la ciudad de
Moguer, unos contactos que hicieron posible la organización de la gran aventura
americana.
Cuéllar y Agüera han
firmado el documento por el que Cepsa patrocinará con la cantidad de 6.000
euros esta publicación que pone en valor la decisiva aportación de Moguer, sus
marinos y sus barcos a la empresa colombina, así como la estrecha relación que
el primer almirante de las Indias tuvo con muchos vecinos de la villa,
encabezados por la prestigiosa familia Niño.
Los autores de la obra
“Cristóbal Colón y Moguer” son los hermanos Antonio González Gómez y Juan
Miguel González Gómez. El primero, profesor titular de la Universidad de
Sevilla y miembro del Departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas
Historiográficas, y el segundo, Catedrático y Director del Departamento de
Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, ambos con una estrecha relación
familiar y afectiva con la ciudad de Moguer. El trabajo de investigación se
articula en dos partes diferenciadas: una en la que se abordará la biografía de
Colón como descubridor de América, subrayándose los contactos que mantuvo con
Moguer antes y después del primer viaje descubridor, y una segunda parte en la
que se estudiará su repercusión en el mundo artístico. Para ello se han
catalogado los monumentos colombinos erigidos en la localidad a través del tiempo,
reseñándose la influencia posterior de la gesta descubridora en el devenir de
la ciudad del Tinto.
Durante la firma del
acuerdo el primer mandatario local ha agradecido a Cepsa, “la sensibilidad y el
cariño con el que siempre acoge los proyectos de colaboración que le planteamos
desde Moguer, una ciudad ligada estrechamente a la empresa desde el inicio de
su actividad hace más de medio siglo”.
El patrocinio cada año
de la Ruta Cicloturista Cepsa y el Rallye BTT Coto de Montemayor, dos de las
grandes citas provinciales del deporte de las dos ruedas, la sala deportiva
Cepsa del Patronato Municipal de Deportes o el Aula Cepsa de formación ubicada
en la casa-natal de Juan Ramón, son claro ejemplo del compromiso que la empresa
mantiene desde hace años con la cultura y el deporte moguereños. En el ámbito
colombino, Cepsa patrocinó también el pasado año la publicación del libro
“Hombres y barcos del Descubrimiento”, realizado por el investigador Leopoldo
Gorostiza y editado por la Fundación Municipal de Cultura.
Por su parte José
Antonio Agüera ha manifestado la vocación de Cepsa en promover actividades
culturales y formativas “dentro de nuestro programa de Responsabilidad Social y
Empresarial que nos lleva a colaborar con numerosas iniciativas que consideramos
de gran valor para la ciudadanía”, destacando además “que los proyectos que nos
proponen siempre desde Moguer resultan de gran interés, se adaptan
perfectamente a nuestros objetivos, y nos permiten devolver un poco a la ciudad
lo mucho que ella y sus vecinos y vecinas han aportado a Cepsa desde hace más
de medio siglo”.
COLÓN EN MOGUER
La pericia de los
navegantes de la comarca era reconocida en el mundo entero, por lo que no es de
extrañar que Cristóbal Colón encaminase sus pasos a la ría del Tinto, seguro de
que en estas tierras se encontraban los hombres, los barcos y los conocimientos
náuticos necesarios para hacer realidad su sueño de alcanzar las Indias por una
nueva ruta hacia Occidente.
Colón visitó la villa
de Moguer en varias ocasiones con el propósito de conseguir apoyos para su
proyecto, encontrando en la entonces abadesa del monasterio de Santa Clara,
Inés Enríquez, pariente del Rey Católico, una eficaz aliada que se convertiría
en valedora del marino genovés ante la corte de Castilla.
Otros moguereños de la
época también prestaron ayuda y cobijo a Colón, destacando entre ellos el
clérigo Martín Sánchez y el hacendado Juan Rodríguez Cabezudo, dueño de la
cabalgadura con la que el genovés viajó a Santa Fe a negociar con los Reyes, y
a quién encomendó la custodia de su hijo Diego.
Los hermanos Niño de
Moguer eran una de las principales estirpes de navegantes y armadores de la
comarca, y su apoyo fue decisivo para realizar la captación de marinería para
el gran viaje trasatlántico. Por aquel entonces Colón era aún un perfecto
desconocido, por lo que sólo a la influencia de esta poderosa familia y la de
los Pinzón en Palos, se debe el que los marineros de la zona se enrolasen en lo
que sin duda era toda una aventura hacia lo desconocido.
Tres fueron los Niño
que acompañaron a Cristóbal Colón en el primer viaje, Pedro Alonso, piloto
mayor de la flotilla, que viajaba junto al almirante en la nao Santa María;
Juan y Francisco, que comandaban el barco de su propiedad, la carabela Niña, y
con ellos, decenas de moguereños, hasta una tercera parte de la tripulación de
las naves.
Precisamente en el
tornaviaje se produce uno de los episodios que estrecharían aún más los lazos
de Moguer con el primer almirante de las Indias. A la altura de las Azores,
cuando una fuerte tempestad amenazaba con hacer zozobrar las naves, el marino
genovés se encomendó a Santa Clara, prometiendo que de salir con vida de tan
peligroso trance, daría gracias pasando una noche en vela y oración, y haciendo
decir una misa en la iglesia del monasterio moguereño.
Y así, al arribar la
Niña a la bocana del Tinto el 15 de marzo de 1493, Colón se encaminó
inmediatamente a Moguer, para cumplir esa misma madrugada en el monasterio de
clarisas de la ciudad la promesa realizada en alta mar.