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04 diciembre, 2016

“Rompejato” en la Nao Victoria

La Nao Victoria en el puerto de Mazagón.
El pasado mes de noviembre la Nao Victoria hizo una escala técnica en el puerto deportivo de Mazagón (Huelva), antes de partir para el Puerto de Santa María (Cádiz), donde se van a realizar trabajos de mantenimiento de la nave.

Durante su estancia en Mazagón, Ignacio Fernández Vial, estuvo en la Taberna Capitán Salitre, visitando a su amigo Ernesto Pérez Domínguez, al que le une una gran amistad.

Fernández Vial dirigió la construcción de las réplicas de las carabelas Santa María y Pinta y las dirigió junto a la Niña hasta América. Ernesto estuvo enrolado en esta última, desde su arboladura hasta el final de la expedición. Fernández Vial fue también el artífice del diseño y construcción de la Nao Victoria, que fue presentada en la Expo Universal de Aichi (Japón) en 2005. Su último trabajo ha sido la construcción del Galeón Andalucía, embajador de la Comunidad Autónoma andaluza en la Exposición Universal de Shanghai (China) en 2010. Vial ha publicado varios libros y estudios sobre la historia náutica española, entre los que se encuentran: Historia marítima de Andalucía, Las tres Carabelas, Marinos descubridores onubenses, etc.

Este ingeniero naval es fundador y patrono de la Fundación Nao Victoria y ha colaborado en revistas como «National Geographic» y «GEO».

Antes de despedirse, Ernesto le hizo entrega de un ejemplar del libro “Rompejato”, del autor José Antonio Mayo. “Rompejato” cuenta la historia de nueve marineros que en el año 1962, partieron de La Rábida, Palos de la Frontera, (Huelva) para emular el viaje de Colón a América en la carabela “Niña II”, una nave construida a semejanza de las carabelas del Gran Almirante.

Nadie se atrevía a apostar por ellos, pero la “Niña II” cumplió su objetivo porque a bordo de ella iban nueve hombres cargados de coraje y valentía. Entre ellos, José Ferrer Robles, “Rompejato”, un palermo con la audacia y valentía de sus vecinos de fines del siglo XV.

El libro estará en la biblioteca del barco para la lectura de la tripulación, y luego pasará a la biblioteca de la Fundación Nao Victoria de Sevilla.