FERTIBERIA TENDRÁ QUE
ABONAR LAS COSTAS JUDICIALES DEL SUPREMO A MESA DE LA RÍA
Aunque se aumenta el
aval impuesto a Fertiberia, éste no podrá ser ejecutado hasta que no resulte
aprobado el proyecto definitivo.
Para Mesa de la Ría, el
Auto del Tribunal Supremo de fecha 17/11/2016 en el que resuelve de manera
favorable su impugnación al recurso de Fertiberia contra el aumento del aval
impuesto por la Audiencia Nacional, no deja de ser una gran noticia ya que da
firmeza a dicha cantidad, pero lamentablemente no se podrá obligar de momento a
Fertiberia a que haga efectivo su depósito.
Esto se debe a que con anterioridad, la Audiencia Nacional había acordado
mediante Auto de fecha 21/10/2016, no ejecutar el aval impuesto a Fertiberia
habida cuenta de las dudas que se habían suscitado sobre la compatibilidad
urbanística del proyecto de enterrado de las balsas de fosfoyesos, instando a cambio
a las Administraciones Estatal y Autonómica a que tramitaran las respectivas
Declaración de Impacto Ambiental y Autorización Ambiental Integrada, para una
vez resuelto dichos trámites, decretar si procediera la ejecución del citado
aval.
La consecuencia más beneficiosa de lo dictaminado por el Tribunal Supremo, no
radica por tanto en el hecho de que el aval se haya aumentado a 65,9 millones
(pues no se va a hacer efectivo de momento), sino en el hecho de que ha quedado
acreditado que la Audiencia Nacional tiene potestad para aumentar el aval hasta
la cifra a la que ascienda el definitivo proyecto de restauración que
resulte aprobado por la Sala. De hecho, el Supremo ha considerado en su
pronunciamiento que el aumento del importe del aval por parte de la Audiencia
Nacional“supone un adecuado ejercicio por la Sala de sus potestades de
ejecución, que alcanza a cuantas medidas sean necesarias para dotar al fallo de
la sentencia de completa efectividad”.
En consecuencia, el principal logro alcanzado por Mesa de la Ría en esta
importante victoria judicial consiste en que el Tribunal Supremo ha dejado
clara la potestad de la Audiencia Nacional para obligar a Fertiberia a que asuma
el coste de cualquier futuro proyecto de restauración, sea cual sea su importe,
una vez que el actual proyecto de enterrado de las balsas de fosfoyesos sea
descartado por su incompatibilidad urbanística y con la consiguiente denegación
de la Autorización Ambiental Integrada que ésta lleva aparejada.
Con las dos últimas resoluciones judiciales logradas por Mesa de la Ría, se le
ha dotado por un lado del tiempo necesario al comité de expertos para que
realice su trabajo de investigación, y por el otro del respaldo económico
suficiente a la solución definitiva que éste plantee para los fosfoyesos, ya
que Fertiberia no ha logrado su pretensión de “congelar” la cantidad de 21,9
millones de euros que se estableciera en 2011.
Además, Mesa de la ría quiere dejar claro a la ciudadanía de Huelva que de
ningún modo se va a dar por “perdidas” las 278 hectáreas de la denominada “zona
4” de las balsas de fosfoyesos tal y como se ha divulgado recientemente.
Existen vías legales para lograr que Fertiberia asuma su responsabilidad de
restauración ambiental sobre las 720 hectáreas de la que fue concesionaria, y
de hecho ya se están ejerciendo alguna de ellas. Como hasta ahora, Mesa de la
Ría no va a cejar en su empeño hasta que se consiga la devolución de la
totalidad de la marisma a su estado original.