El investigador
histórico Jesús Ramírez Copeiro del Villar, que el pasado 3 de febrero
asombro a los vecinos de Mazagón con su interesante y dinámica charla sobre los
exiliados onubenses en la Guerra Civil, organizada por la Tertulia Cultural
Mazagonense en el Restaurante El Remo, ha tenido el honor de ser invitado por
la Alcaldesa de Madrid, con la presencia de la Alcaldesa de París, al acto de
inauguración del Jardín de los Combatientes de La Nueve, la Novena Compañía de la
Segunda División Blindada del general Leclerc, que participó el 24 de
agosto de 1944 en la liberación de París.
José
Antonio Mayo
LA NUEVE, POR FIN, LLEGÓ A MADRID
Por Jesús Copeiro
Aunque 73 años tarde, La Nueve llegaba a Madrid y el
único integrante de la misma, Rafael Gómez, era aplaudido y besado por los allí
presentes. El objetivo final de los republicanos de La Nueve quedaba así en cierta
manera cumplido.
Una fecha emblemática
El jueves 24
de agosto de 1944 fue el día de la liberación de París, uno de los hechos más
importantes de la II Guerra
Mundial y que no hubiera sido posible sin la participación de los republicanos
españoles de La Nueve, la Novena Compañía de la Segunda División Blindada del
general Leclerc. La Novena
compañía estaba compuesta por centenar y medio de españoles, con mandos también
españoles y como la lengua hablada era el castellano pasó a ser conocida como La Nueve,
así, en español. La mayoría de estos hombres habían luchado en las filas del
ejército republicano y tenían experiencia en el combate. El mando francés
aceptó que los vehículos semiorugas de nueve toneladas, armados con dos ametralladoras
y conocidos como half-tracks,
llevaran escrito nombres que remitían a la guerra civil: Teruel, Guadalajara, Madrid, Brunete, Belchite, Jarama, Guernica, Ebro;
nombres castizos como España Caní o
nombres de raigambre hispana con grafía francesa, Don Quichotte; y que
llevasen también un banderín con los colores de la bandera republicana. La Novena compañía estaba
mandada por el capitán Raymond Dronne (el único francés) y cuyo oficial adjunto
era el teniente Amado Granell (Burriana, Castellón).
El Brunete en
una calle de París (Col. Juan Mario Rey).
Los
componentes de La Nueve eran soldados
republicanos españoles exiliados tras la guerra civil que pasaron a Francia, donde
fueron internados en las playas o huyeron desde Alicante y Valencia a Argelia donde
fueron enviados a trabajar como esclavos en la construcción de un ferrocarril
en el desierto. Tras el desembarco aliado en el norte de África, el 8 de
noviembre de 1942, terminaron por alistarse en la División Leclerc,
una unidad francesa de la denominada Francia Libre, auspiciada por el general
De Gaulle.
Robert Capa
El joven
fotógrafo Robert Capa, que se hizo famoso por la imagen del miliciano muerto en
combate en la guerra de España, coincidió con Antonio Llordén (Nerva, 1906), el
único onubense que participó en La Nueve.
El fotógrafo montado en un jeep quería sacar fotos de la
liberación de París, pero a dos millas escasas de la ciudad se interpuso un
vehículo de la
Segunda División Blindada. Se trataba del half-track que mandaba el sargento Llordén, el cual le dijo
que no podía continuar pues el general Leclerc había dado órdenes estrictas de
que nadie, salvo sus hombres, entrara en la ciudad. Me bajé del jeep y me enzarcé en discusión con los tripulantes del
tanque -narra Capa en su libro- noté
que hablaban francés con acento español y al momento descubrí el nombre del
tanque pintado en la torreta: Teruel.
Robert Capa
había estado en la toma de Teruel por los republicanos en el invierno de 1937,
así que chapurreando en castellano les dijo: Soy uno de vosotros, yo mismo participé en aquella batalla helada y
feroz. A lo que Llordén contestó: Si
eso que cuentas es cierto, entonces está claro que eres uno de los nuestros.
Tienes que acompañarnos ¡Ven con nosotros a París en este tanque, el verdadero
Teruel!
Dotación del
Teruel. Sentado en el morro del vehículo, a la izquierda y con gorro, está el
sargento Antonio Llordén (Col. Juan Mario Rey).
Capa se subió
al tanque y vivió cómo los parisinos salían a la calle a tocar el primer
tanque, besar al primer hombre, llorar y cantar. Hicimos la primera parada frente al café de Dôme, en Montparnasse.
Chicas con ligeros vestidos estampados subían al tanque para besarnos y muy
pronto tuvimos la cara cubierta de carmín barato. El más guapo de mis españoles
se llevó más de lo que le correspondía, pero murmuraba “Cómo me gustaría que en
lugar de las chicas más guapas de París me estuvieran besando las viejas más
feas de Madrid”. En las inmediaciones de la Asamblea Nacional
tuvimos que pegar tiros y parte del carmín destiñó con sangre. Pero esa noche
París fue libre.
Eliminada la
resistencia alemana y capturado el general alemán, gobernador del Gran París,
se celebró el sábado 26 de agosto un desfile por los Campos Elíseos. Los
vehículos de La Nueve dieron
escolta y protección a De Gaulle que efectuó el recorrido a pie desde el Arco
del Triunfo hasta la catedral de Nôtre-Dame. Tras dos semanas de descanso, los
republicanos volvieron al frente. La Nueve se distinguió
en las campañas de Alsacia y Lorena, liberó Estrasburgo, cruzó el Rhin y
penetró en Alemania. La última acción bélica de La Nueve fue la conquista de un refugio de alta
montaña que Hitler tenía en Los Alpes y que se denominaba el Nido del Águila. Al final de la guerra,
de los ciento cincuenta españoles que componían La Nueve,
tan sólo quedaron vivos dieciséis. Antonio Llordén fue uno de ellos.
El Guernica
desfilando por los Campos Elíseos (Col. Evelyn Mesquida).
Memoria histórica
Pero el orgulloso
general De Gaulle no podía admitir que los rojos españoles hubieran liberado
París. Tenía que ser una gesta francesa, hecha sólo por soldados franceses. Así
que la participación española fue relegada al olvido. Y así permaneció durante
sesenta años. Pero en el año 2004, Anne Hidalgo (San Fernando, Cádiz, 1959),
concejal socialista del Ayuntamiento de París y actualmente su alcaldesa, mandó
colocar doce placas conmemorativas de la participación española en diferentes
puntos de la ruta seguida por La Nueve, desde la Puerta de Italia hasta el
Ayuntamiento parisino. Hidalgo contó con la ayuda de la periodista española
Evelyn Mesquida, que recuperó la historia de La Nueve entrevistando a sus personajes. Así que
a partir del año 2004 ya es oficial: los republicanos españoles liberaron París.
Tarjeta de
invitación para asistir a la inauguración del Jardín de los Combatientes de La Nueve.
Un jardín en París y otro en Madrid
En junio de
2015 la alcaldesa socialista de París puso el nombre de La Nueve
a un jardín situado próximo al Ayuntamiento, acto al que asistieron los Reyes
de España. Y ahora ha sido la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, la que
inauguró el pasado 20 de abril de 2017 el Jardín
de los Combatientes de La Nueve,
en el distrito de Ciudad Lineal, acto al que asistió Anne Hidalgo. Este ha sido
el primer reconocimiento oficial de España hacia estos republicanos. ¡Ya era
hora!
Anne Hidalgo y
la hija del capitán Raymond Dronne (Foto: Elin von Munthe).
Manuela
Carmena, Anne Hidalgo y Rafael Gómez (Foto: Elin von Munthe).
Rafael Gómez,
el único que queda vivo de La Nueve, hablando con
Jesús Copeiro (Foto: Elin von Munthe).
Fui invitado a
este homenaje por el Ayuntamiento de Madrid, en prueba de haber investigado
sobre Llordén, el único onubense que participó en esta hazaña. El acto empezó a
las 12 del mediodía y fue muy emotivo. Asistió la hija del capitán Raymond
Dronne; la hija de Luis Royo, que depositó al pie del monumento las cenizas de
su padre fallecido en agosto pasado; y Rafael Gómez (Roquetas de Mar, Almería,
1921), el único aún vivo de La
Nueve. Un
hombre menudo, amable, de expresión bondadosa y con mucha vitalidad, a pesar de
sus noventa y seis años. Al final del encuentro nos presentó Evelyn Mesquida.
- Soy el único que queda -me dijo- tras de mí
desaparecerá La Nueve.
- No -le contesté- sus hazañas quedarán plasmadas en los
libros y usted ya está aquí, en esta ciudad. La Nueve, por fin, ha llegado a
Madrid, como era el deseo de todos ustedes.
Asintió y esbozó
una sonrisa de agradecimiento. Le pregunté por Antonio Llordén, el sargento que
mandaba el blindado Teruel. Dijo que
habían pasado muchos años y que sentía no acordarse. Al decirle que después de
la guerra Llordén se fue a Méjico, lo entendió. Habían seguido caminos
diferentes, de haberse quedado Llordén en Francia, como los demás, hubieran mantenido
el contacto. Nos despedimos agradeciéndole sus años de lucha por la libertad y
la democracia.
Miembros del
Grupo de Reconstrucción Histórica con los uniformes de La Nueve,
en el día del acto (Foto: Elin von
Munthe).
Jesús Copeiro
dejando flores en el monumento de La Nueve, el 20-4-2017
(Foto: Elin von Munthe).
Placa conmemorativa
de La Nueve (Foto: Elin von Munthe).
Aunque 73 años
tarde, La Nueve llegaba a Madrid y el único integrante
de la misma, Rafael Gómez, era aplaudido y besado por los allí presentes. El
objetivo final de los republicanos de La Nueve quedaba así en cierta manera cumplido.
Sobre La Nueve
y el onubense Antonio Llordén ver:
Sobre La Nueve:
Evelyn
Mesquida: La
Nueve. Los españoles que liberaron París.
Jesús Ramírez
Copeiro del Villar: En tierra extraña. El
exilio republicano onubense.
Robert Capa: Ligeramente desenfocado.
Juan Mario
Rey: Banda de cosacos. Una breve historia
de La Nueve.
Abril
de 2017