El pasado 3 de febrero, denuncié por este medio las
condiciones en las que el grupo de gerontología hacemos gimnasia.
En esa ocasión comentaba cómo nos veíamos obligados a salir a la calle porque en el pabellón de baloncesto, mal llamado polideportivo, hacía más frío que fuera, de ello aporté fotografías. Nadie se ha molestado en responder a esa denuncia y mucho menos mejorar la situación en la que nos vemos obligados a hacer gimnasia.
Nuevamente, denuncio que hoy, después de haber llovido
nos hemos encontrado con un pabellón lleno de charcos de agua que se filtra por
la uralita del tejado, para no resbalarnos, se ha tenido que limitar la zona
donde hacer gimnasia, y las zonas donde ha caído el agua estaban cubiertas por
grandes mochos de fregonas, tal como se puede ver en las fotos que adjunto.
Reitero que somos personas mayores, con patologías crónicas susceptibles de empeorar por el frío, humedad o calor que tenemos que sufrir por no contar con un gimnasio que reúna las mínimas condiciones de salubridad.
Es indignante que estemos en un pueblo con suficiente
población, que lleva años demandando instalaciones deportivas decentes,
pero más indignante es que no se tenga en cuenta que somos
ciudadanos con los mismos derechos de los pueblos que nos tutelan y que
cobran nuestros impuestos.
¿Para cuando un gimnasio en Mazagón? ¿Cuándo alguien tendrá a bien escuchar nuestras quejas? ¿Cuándo alguien se acordará de nosotros no solo para cobrarnos cada vez más impuestos? ¡¡¡Ya está bien!!!
Estoy segura que si un día algún inspector se pasara por
allí, quedaría clausurado.
Atte.
María Teresa Garrido