Durante este septiembre que se inicia se puede admirar en la
sala de consultas del Archivo Histórico de Moguer una escritura pública fechada
en 1565 en la que se da cuenta de las mercaderías que un comerciante moguereño
embarcaba con destino a Perú. La ciudad de los Niño sigue afirmando su vocación
americana con el programa Documento del Mes.
Este ciclo de actividades de difusión saca a la luz
interesantes materiales relacionados con la estrecha relación que Moguer ha
mantenido con el nuevo continente desde su decisiva aportación al primer viaje
colombino, como es el caso de este documento que fue presentado por el director
del Archivo Histórico Diego Ropero acompañado por el concejal José A.
Rodríguez.
La exploración y anexión de los territorios americanos por
intrépidos navegantes andaluces, entre los que se hallaron destacados
moguereños que se enrolaron en los siguientes viajes colombinos y en otras
empresas auspiciadas por la Corona, pusieron los cimientos de la colonización y
poblamiento de las Indias.
A lo largo del siglo XVI, las villas y ciudades que se fueron
fundando en las Indias demandaron desde la Península toda clase de mercaderías
para hacer la vida más fácil a los colonos en unas tierras que, por otra parte,
eran pródigas en oro y plata. El intercambio y flujo comercial entre ambas
orillas fortaleció la economía del puerto y ciudad de Sevilla, el más
importante centro financiero y mercantil del mundo, sede de la Casa de la
Contratación, organismo que se encargaba del control de pasajeros y monopolio
del comercio con las Indias.
Otros puertos más pequeños, como el de Moguer, siguieron
operando con el exterior aportando una marinería experta a las naos de las
flotas que hacían la carrera de Indias cuyas bodegas iban cargadas de los
productos que más apreciaban los españoles americanos
A pesar de la pérdida de protagonismo de estos puertos en
favor de Sevilla o Cádiz, Moguer y Palos continuaron prestando apoyo logístico
a las armadas de Indias, aunque algunos maestres y pilotos cambiaron su residencia
a Sevilla donde convivieron con empresarios y prestamistas que invertían en
empresas de descubrimiento y rescate fletando barcos para transportar todo tipo
de productos.
La necesidad de abastecer a las colonias llevó a muchos
comerciantes a fletar barcos por su cuenta para transportar todo tipo de
productos y, en no pocos casos, los maestres y pilotos se vieron también
involucrados en operaciones de crédito. De Moguer de sumaron naves a las flotas
de Indias que transportaron vino %el producto estrella%, aceite, almendras,
pasas, higos y miel; también sardinas y cazones, ropas de vestir y otros
textiles y enseres demandados por la población de las colonias que eran enviados
por particulares o mercaderes con fines especulativos.
Mercaderes de Moguer que comerciaron con las Indias en la
década de 1520 fueron: Juan de Moguer, Nufio Manuel, Francisco García,
Francisco Belmonte, Antonio Morales y Juan Beltrán, entre otros. Este elenco
aumentó a lo largo de la centuria.
DOCUMENTO DEL MES
Ese fue el caso Francisco Vanegas, hijo de Cristóbal García
Vanegas y Catalina Martín del Pico, vecinos de Moguer, que el 15 de septiembre
de 1565 declaró ante el escribano real y público Francisco Beltrán -escritura
original que se puede admirar este mes en el archivo-, que tenía cargadas en la
nao San Juzepe, propiedad de Gaspar Sánchez, cuyo maestre era Juan Fernández,
la cual se hallaba fondeada en el río y puerto de Sanlúcar de Barrameda, mercaderías
por valor de 2.074 ducados y 321 maravedíes (a su hermano Antón García Vanegas
pertenecían 1.511 ducados, cantidad que invirtió en ropa). El destino de estas
mercaderías era la ciudad de Nombre de Dios, la de Los Reyes (Lima), en Perú, o
donde le pareciere. Por el testamento de Antón García Vanegas fechado el 22 de
junio de 1580 sabemos que desgraciadamente para el mercader moguereño, aquella
carga se perdió en el mar antes de llegar a las Indias.