04 septiembre, 2017

UN ENVIÓ DE MERCADERÍAS DE MOGUER A PERÚ EN 1565 PROTAGONISTA DEL DOCUMENTO DEL MES


Durante este septiembre que se inicia se puede admirar en la sala de consultas del Archivo Histórico de Moguer una escritura pública fechada en 1565 en la que se da cuenta de las mercaderías que un comerciante moguereño embarcaba con destino a Perú. La ciudad de los Niño sigue afirmando su vocación americana con el programa Documento del Mes.

Este ciclo de actividades de difusión saca a la luz interesantes materiales relacionados con la estrecha relación que Moguer ha mantenido con el nuevo continente desde su decisiva aportación al primer viaje colombino, como es el caso de este documento que fue presentado por el director del Archivo Histórico Diego Ropero acompañado por el concejal José A. Rodríguez.

La exploración y anexión de los territorios americanos por intrépidos navegantes andaluces, entre los que se hallaron destacados moguereños que se enrolaron en los siguientes viajes colombinos y en otras empresas auspiciadas por la Corona, pusieron los cimientos de la colonización y poblamiento de las Indias.

A lo largo del siglo XVI, las villas y ciudades que se fueron fundando en las Indias demandaron desde la Península toda clase de mercaderías para hacer la vida más fácil a los colonos en unas tierras que, por otra parte, eran pródigas en oro y plata. El intercambio y flujo comercial entre ambas orillas fortaleció la economía del puerto y ciudad de Sevilla, el más importante centro financiero y mercantil del mundo, sede de la Casa de la Contratación, organismo que se encargaba del control de pasajeros y monopolio del comercio con las Indias.

Otros puertos más pequeños, como el de Moguer, siguieron operando con el exterior aportando una marinería experta a las naos de las flotas que hacían la carrera de Indias cuyas bodegas iban cargadas de los productos que más apreciaban los españoles americanos

A pesar de la pérdida de protagonismo de estos puertos en favor de Sevilla o Cádiz, Moguer y Palos continuaron prestando apoyo logístico a las armadas de Indias, aunque algunos maestres y pilotos cambiaron su residencia a Sevilla donde convivieron con empresarios y prestamistas que invertían en empresas de descubrimiento y rescate fletando barcos para transportar todo tipo de productos.

La necesidad de abastecer a las colonias llevó a muchos comerciantes a fletar barcos por su cuenta para transportar todo tipo de productos y, en no pocos casos, los maestres y pilotos se vieron también involucrados en operaciones de crédito. De Moguer de sumaron naves a las flotas de Indias que transportaron vino %el producto estrella%, aceite, almendras, pasas, higos y miel; también sardinas y cazones, ropas de vestir y otros textiles y enseres demandados por la población de las colonias que eran enviados por particulares o mercaderes con fines especulativos.

Mercaderes de Moguer que comerciaron con las Indias en la década de 1520 fueron: Juan de Moguer, Nufio Manuel, Francisco García, Francisco Belmonte, Antonio Morales y Juan Beltrán, entre otros. Este elenco aumentó a lo largo de la centuria.

DOCUMENTO DEL MES

Ese fue el caso Francisco Vanegas, hijo de Cristóbal García Vanegas y Catalina Martín del Pico, vecinos de Moguer, que el 15 de septiembre de 1565 declaró ante el escribano real y público Francisco Beltrán -escritura original que se puede admirar este mes en el archivo-, que tenía cargadas en la nao San Juzepe, propiedad de Gaspar Sánchez, cuyo maestre era Juan Fernández, la cual se hallaba fondeada en el río y puerto de Sanlúcar de Barrameda, mercaderías por valor de 2.074 ducados y 321 maravedíes (a su hermano Antón García Vanegas pertenecían 1.511 ducados, cantidad que invirtió en ropa). El destino de estas mercaderías era la ciudad de Nombre de Dios, la de Los Reyes (Lima), en Perú, o donde le pareciere. Por el testamento de Antón García Vanegas fechado el 22 de junio de 1580 sabemos que desgraciadamente para el mercader moguereño, aquella carga se perdió en el mar antes de llegar a las Indias.