06 febrero, 2018

La DIA que nos condena a nuevas balsas de residuos en Huelva


MESA DE LA RÍA DE HUELVA CONSIDERA FUNESTA LA DECLARACION DE IMPACTO AMBIENTAL FAVORABLE DEL MINISTERIO PARA EL DRAGADO DE LA RIA, POR LOS VERTIDOS AL MAR Y A LA BALSA 4 DENTRO DE MARISMAS DEL ODIEL.

El colectivo onubense que alegó esta Declaración de Impacto Ambiental, ampliará con ella la denuncia ya interpuesta a Bruselas ante los enormes riesgos que se generan en Doñana y Marismas del Odiel.

El Colectivo, que no se posiciona contra las actividades de dragados en sí, sino contra la gestión final de los residuos, lamenta que la DIA que el Puerto tituló “Dragado de mantenimiento de la Ría”, concedida por el Ministerio de Medio Ambiente mediante Resolución de 22 de enero de 2018, oculta en su título la intencionalidad de verter los dragados al mar y a la Reserva de la Biosfera Marismas del Odiel, en la balsa nº4 (fase 1), denunciada por Mesa de la Ría. Este subterfugio podría ser uno de los motivos por los que no existan más colectivos sociales, ecologistas o profesionales y aficionados a la pesca que hayan alegado contra dicha Declaración de Impacto Ambiental.

Los vertidos que el Puerto realizará en mar, afectarán a la calidad de las aguas en una zona muy sensible declarada ZEPA Golfo de Cádiz y justo frente a los espacios naturales de Doñana. La suspensión de metales pesados en la ría, afectará aún más a la reducción de la pesca en la zona de Huelva, con el riego añadido de que los mismos entren en la cadena trófica de especies del entorno y de la propia Doñana.

Por otro lado los dragados más contaminados destinados a la balsa nº 4 (fase 1), se realizarán dentro de la Reserva de la Biosfera y Lugar de Interés Comunitario “Marismas del Odiel”, omitiendo la referida DIA hacer referencia alguna a la afección sobre el hábitat nº 1110, protegido por la Directiva Europea 92/43/CEE (Bancos de arena cubiertos permanentemente por agua marina, poco profunda) tal y como viene denunciando desde hace ya 8 años Mesa de la Ría.

En el lado urbanístico, esta balsa de rellenos de dragados incumple el Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad y vulnera el Plan Especial Portuario que se aprobó por la Junta de Andalucía de manera condicionada al cumplimiento del Plan Rector de Uso y Gestión de Marismas del Odiel. Un Plan que impide tales vertederos protegiendo con ello los valores naturales de las citadas marismas, alegación que omiten y no contestan en la mencionada DIA otorgada por el Ministerio.

En el lado Ambiental recordamos que la DIA es la respuesta a una Evaluación Ambiental que no conlleva aparejada una autorización ambiental. El vertido de los dragados en balsas, aun sigue sin someterse a Autorización Ambiental Integrada AAI por parte de la Junta de Andalucía en cumplimiento del artículo 20 de la Ley 7/2007, de 9 de julio, de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental, en su “Ámbito de aplicación”, expone que: “se encuentran sometidas a autorización ambiental integrada: a) La construcción, montaje, explotación o traslado de instalaciones públicas y privadas en las que se desarrollen alguna o parte de las actuaciones “los Vertederos de residuos, excluidos los de inertes, que reciban más de 10 toneladas/día o de una capacidad total de más de 25.000 toneladas”

El inicio de los vertidos el pasado mes de agosto, sin autorización ambiental, produjo una gran mortandad de peces que quedaron encerrados en la balsa nº4, así como derrames y filtraciones a zonas aledañas como la playa del Espigón y la ria de Huelva, lo que demuestra la toxicidad de tales vertidos.

Mesa de la Ría recuerda que el proyecto para la balsa 4 completa, cuya DIA se aprobó en 2004, se dividió posteriormente en fases, al igual que los proyectos del gas de Doñana para no tener que ser evaluados ambientalmente en su conjunto, pues la DIA concedida en 2004 para la totalidad del proyecto certificaba irregularmente que el mismo “se localizaba fuera de los espacios protegidos de la red Natura 2000”, lo que es totalmente incierto, como acreditan los planos que Mesa de la Ría, en diferentes denuncias, ha puesto a disposición del SEPRONA, del Ayuntamiento de Huelva, de la Junta de Andalucía y de la Comisión Europea.

La Comisión Europea ha incoado dos expedientes, uno de investigación en 2012 (EU PILOT 3795/2012/ENVI) para la totalidad del proyecto, el cual concluyó con el traslado a Mesa de la Ría del compromiso de las autoridades españolas de evaluar ambientalmente las afecciones de los lugares protegidos por la red Natura 2000 y un segundo expediente en 2015, CHAP(2015)03074, que se inició al autorizar el Ministerio la segregación en fases, evitando evaluar las referidas afecciones conjuntamente.

Por otro lado, la citada Declaración de Impacto Ambiental confirma lo ya puesto de manifiesto por Mesa de la Ría sobre la verdadera intencionalidad que esconde el Puerto, que no es otra que la de aprovechar para usos e instalaciones portuarias los terrenos ganados al mar con estas balsas de dragados, es decir, pasando a ocupar la otra margen del río Odiel una vez que se quedara sin suelo aprovechable en el Puerto Exterior. El dique Juan Carlos I pasaría a ser por tanto una mera ampliación del Puerto de Huelva.

Conviene reseñar que Mesa de la Ría no se posiciona en contra de los dragados, sino en la forma ilegal y gravosa para el entorno con que el Puerto los gestiona, por lo que este colectivo pide el tratamiento de los residuos de dragados, priorizando la valorización y reutilización de los mismos, en lugar de optar por su abandono en balsas o vertidos al mar y muchísimo menos en lugares protegidos. Estas mejores técnicas de descontaminación de suelos ya existentes y que han sido aplicadas en otros lugares como Londres, podrán servir de referencia para la descontaminación de suelos en todo el ámbito de la Ría de Huelva, incluida la Avenida Francisco Montenegro, una industria verde de la descontaminación que generaría un considerable número de puestos de trabajo.