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26 abril, 2018

Peligro de colapso de la balsa de Aguzadera en Riotinto

MESA DE LA RIA CONSIDERA QUE LA OLA PROVENIENTE DE LA ROTURA DEL VERTEDERO DE AGUZADERA DE MINAS DE RIOTINTO ARRASARÍA MARISMAS DEL ODIEL Y AFECTARÍA A DOÑANA POR MAR.

El colectivo señala que la rotura de las balsas de Riotinto está más próxima que cuando lo denunciamos en el procedimiento de la apertura de la mina hace 4 años.

Ante la denuncia de ayer de las 5 grandes organizaciones ecologistas, en la que aportaron un video que muestra la gravedad del rebose y subsidencia de la balsa de Aguzadera, así como la más que probable rotura de la balsa, circunstancia que Mesa de la Ría ya puso de manifiesto con anterioridad a la apertura de la Mina, el riesgo de rotura se confirma.

Mesa de la Ría alertó entonces, e incluyó en las 7 alegaciones presentadas a la AAU necesaria para la apertura de la Mina en 2014, que existía un enorme riesgo de rotura que provocaría una ola mayor que la de Aznalcóllar.

Resulta lamentable que Atalaya responda a los grupos ecologistas que sus balsas de residuos presentan “riesgo cero”, pues es rotundamente falso, cuando resulta palpable que la autorización ambiental (AAU) estaba supeditada a más de 300 condiciones que la empresa minera incumple sistemáticamente.
Vista de la balsa junto a la ribera del Odiel desde la N-435

Recordamos que, entre las condiciones se alertaba de la existencia en la Mina de Riotinto y ocultos en sus escombreras y en el lago que de la Corta Cerro Colorado de residuos industriales de origen no minero, procedentes de las industrias del Polo Químico de Huelva, ATLANTIC COPPER Y TIOXIDE, que han sido puestos en evidencia en cantidades de cientos de miles de toneladas, lo que indudablemente comporta un riesgo ambiental adicional, contemplado en las condiciones.

Mesa de la Ría ya informó en 2014 que la estructura del Depósito de estériles propuesta por Atalaya era una aberración técnica. El más que probable colapso de la estructura de almacenamiento entrañaría riesgos ciertos, ya que su rotura provocaría una ola de aguas y lodos contaminados de más de ocho metros de altura en Gibraleón que anegaría campos y propiedades, arrasando fauna y flora desde Riotinto hasta Gibraleón poniendo en riesgo propiedades y vidas en dicho municipio para extenderse después en sus efectos hasta el Paraje Protegido de las Marismas del Odiel incluyendo la propia ciudad y Ría de Huelva.

Mesa de la Ría recuerda que ni la AAU ni El Plan de Restauración no caracteriza ni describe los eventos, principalmente vertidos de gravedad y rotura del Depósito, ni las consecuencias de los mismos, lo que debería ser objeto de un “Plan de Emergencia Exterior” que sigue sin desarrollarse.