"Carabela portuguesa" en la playa de Rompeculos. |
Mientras
que en todas las playas de la costa alicantina donde han aparecido algunos ejemplares de la medusa “carabela
portuguesa”, se han cerrado al baño por seguridad y prevención; aquí, en
Mazagón, las autoridades que administran estas playas miran hacia otro lado,
ignorando el grave problema que representan estas peligrosas medusas para los
usuarios de las playas.
El
pasado mes de marzo se informaba en este medio de la aparición de la medusa
entre las playas de El Remo y El Picacho, que desapareció unos días más tarde.
El 13 de mayo se volvía a informar de la aparición de varios ejemplares en la
playa de Rompeculos, que a pesar de ser considerada una “playa virgen”, tiene
mucha afluencia de usuarios. La noticia se divulgó en varios medios de
comunicación provinciales. Nada se hizo para prevenir la picadura de la citada
medusa que puede llegar a provocar la muerte. No se cerraron las playas ni se advirtió
a la población de su peligrosidad, incluso estando varadas en la orilla, ya que
sus toxinas siguen activas varios días después de su muerte.
Es
evidente que en la costa alicantina entienden de turismo y se preocupan de la
seguridad de los usuarios de las playas, y es evidente también que éstos seguirán
acudiendo a sus playas por la seguridad y confianza que les ofrecen.
Aquí,
en Mazagón, a nadie le interesa la seguridad de los usuarios de las playas ni
la mala prensa, porque puede desviar el turismo hacia otras playas; lo
importante es que las terrazas de bares, restaurantes y chiringuitos se sigan
llenando a costa de lo que sea, una medida contraproducente que terminará
espantando al turismo por la negligencia de los responsables municipales.