Después se va a su casa y se acuesta tranquilamente
Diario
democrático de la tarde
29 de marzo de 1879
En
el pueblo de Palos (Huelva) ocurrió al anochecer del viernes un suceso
deplorable. El carabinero Pablo Pérez, sargento primero que ha sido del
ejército, se embriagó, se encerró en su casa y empezó á disparar su carabina.
Acudió a repelerle el sargento de aquel puesto y fue recibido a tiros, que por
fortuna no le dieron, y mientras iba el sargento en busca del teniente para
enterarle de lo que ocurría, salió a la calle el Pérez y la emprendió a tiros y
á bayonotazos con cuantas personas veía, dejando muerto en el acto á un quinto
del actual reemplazo.
El
vecindario se alborotó; el alcalde y otras autoridades, los guardas de campo y
varios individuos marcharon á capturar al agresor; pero éste, parapetado en una
esquina, mantuvo á raya á todos sus perseguidores, causando otras varias
desgracias.
Retírase
después a una viña inmediata, y tras el vallado continúa haciendo fuego,
matando á un padre de familia é hiriendo á otro indivíduo. De la vecina ciudad
de Moguer llegaron con guardia civil las autoridades y algunos vecinos, y el
agresor, después de huir por el campo, fue capturado en su casa, donde se había
acostado tranquilamente con la carabina á la cabecera, siendo conducido á
Moguer por fuera del camino, para evitar que el pueblo indignado se ensañara en
él. Instruyese con actividad la causa que será fallada por el consejo de guerra.