Maqueta del proyecto. |
Me veo en la obligación
de dar una explicación pública al alumnado del I.E.S. “Odón Betanzos” de
Mazagón y a todas aquellas personas a las que pedí ayuda con el compromiso de
culminar el proyecto Matapón, y me la ofrecieron.
Ni qué decir tiene que
para elaborar el proyecto, desde el punto de vista sociológico, dediqué
bastante tiempo hasta culminar una idea que, pasara lo que pasara, fuese un
éxito, desde que se pusiera sobre la mesa, embarcara y concienciara al alumnado y población.
Se llamaría proyecto “Matapón”,
por Mazagón y los tapones. Preparé una maqueta al efecto confeccionada con
malla de plástico, corchos y una vela.
Compartí la idea con un
amigo y la plasmamos en siete folios. Como esperaba, del tirón fue aceptado por
el director; se incorporaría al X aniversario del instituto, porque además estaba
planteado para una ramificación extensa de posibles actividades. Realicé las
primeras charlas al alumnado, el cual se implicó desde ese mismo momento.
Chalas al alumnado. |
Tuve una reunión en
junio 2017 con la Autoridad Portuaria por mediación de Comisiones Obreras en la
que expuse el tema, recibí la aprobación, el ofrecimiento de la cobertura de un
catamarán de cien plazas y la vía por la que debíamos solicitarles un apoyo
económico con muchas posibilidades de lograrlo con aquel proyecto.
No necesité más que
pedirle una vela con mástil y aparejo al Capitán Salitre, estaba hecho. Así
mismo, contacté con la Escuela Islasub de Isla Cristina para que buzos
profesionales cubrieran la seguridad de la travesía, a lo cual se ofrecieron
altruistamente. Al igual que a ellos, os pedí ayuda y colaboración a muchos,
algunos me llevasteis tapones todas las
semanas al trabajo.
Más tarde, una
presentación ya oficial en la Mancomunidad exponiéndolo a las autoridades y al
público. Envié una copia a la sección de comunicación de la Comandancia de la
Guardia Civil como promotor y como esperaba, por lo accesible de su coronel, en
su representación asistió el máximo responsable en la localidad. Por otro lado,
me había reunido para solicitarle una subvención del Fondo Social con el
director de la Caixa de Mazagón, se nos concedió.
Alejandro Rodríguez, director del instituto, me
pidió que asistiese a una entrevista en Moguer-Radio. Fui con él y explicamos en qué consistía el proyecto y
cómo había surgido.
Me encargué de remitir las
noticias a los medios de comunicación y realizar una entrevista con
Condavisión.
Primer tubular. |
Efectué personalmente la compra de los materiales necesarios para iniciar los trabajos. Meses después, como no se había comenzado la construcción me reuní con un grupo de alumnos y alumnas y montamos la primera pieza, un tubular. Un trabajo sencillo que solo había que ejecutar y repetir muchas veces. El corcho flota, no hay más, además teníamos botes de poliespán.
Se me comunica que
Capitanía Marítima queda encantada con el proyecto, se quiere implicar y asume
las labores de diseño y apoyo a la construcción, modificando el modelo. Me
acerqué por allí a llevar el power de la presentación abierto a innovaciones.
Se planea una visita
para presentarlo ante el Delegado de Educación y Ayto. Moguer, pido cinco
minutos para explicar cómo surgió la idea y su enfoque sociológico, me ponen
dificultades y además no me avisan, para mi asombro.
De la última
presentación a prensa, unos días antes de la botadura, tuve conocimiento cuando
ya se ha realizado y publicado como proyecto
educativo del instituto.
Estas y otras razones,
que dejo adrede en el tintero, son las que han ocasionado mi ausencia el día de
la travesía; lo importante era la idea, que por cierto funcionó, ya que no
podía ser de otra manera, “hacerse eco del problema social de la inmigración” era
la clave. Sinceramente, me alegro de que así fuese y doy mi enhorabuena a los
participantes.
Creo que con esto contesto a quienes me han preguntado y pido disculpas a todos
por haberos involucrado en el proyecto y no acompañaros hasta el final. Confío
en que me entenderéis y os felicito por vuestro magnífico trabajo y reiterado apoyo
incondicional.
Federico Soubrier
García