Los mariscadores de la coquina de Huelva quieren poder faenar en la costa de Doñana |
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Los mariscadores de la coquina de la Costa de Huelva se concentrarán este lunes, 9 de julio, ante la Delegación Provincial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía. Con esta medida de protesta los coquineros onubenses pretenden que la administración autonómica les autorice a faenar en la zona de producción de Matalascañas.
El presidente de la Asociación de Mariscadores ‘Amaya’ de Ayamonte, Juan Grao, considera justificada esta petición porque como ha señalado a agrodiariohuelva.es, “tras permanecer sin actividad durante los dos últimos meses (mayo y junio) por la aplicación de la veda, cuando hemos vuelto a faenar en julio solo hemos podido capturar bivalvos dos días (el 2 y el 4), ya que la administración autonómica ha cerrado algunas zonas productivas al detectar la presencia de biotoxinas”.
Las que permanecen abiertas son las de Mazagón y Matalascañas, pero como ha matizado Grao, “en la primera solo se puede faenar porque la Junta dice que aún no ha realizado muestreos, mientras que en la costa que está frente a Doñana no podemos hacerlo, porque las licencias que permiten esta posibilidad están otorgadas a mariscadores que pertenecen, en su mayoría, a la provincia de Sevilla”.
En este sentido, Juan Grao ha anunciado que mantendrán la concentración ante la Delegación de Agricultura hasta que el delegado territorial de la Consejería en Huelva, Pedro Pascual Hernández, se reúna con los representantes de los mariscadores del litoral onubense, y les dé una respuesta a su principal petición que es el poder capturar la coquina en la zona A de Matalascañas.
La situación del sector marisquero de la coquina en el litoral onubense ha protagonizado distintas movilizaciones en los últimos años ante las numerosas dificultades que encuentran para poder desarrollar su actividad con normalidad. Además, se da la circunstancia de que estas trabas, motivadas por la sobreexplotación de los caladeros, como consecuencia de la continua presencia de furtivos y barcos ilegales que esquilman las zonas de producción, y de la presencia de biotoxinas en el molusco, casi siempre coinciden durante los meses de verano, que es el periodo en el que más beneficios pueden obtener por la venta de estos apreciados y valorados bivalvos.