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03 noviembre, 2018

Evitar los vertidos del colector de aguas residuales a la playa de Mazagón es posible

Panorama que presentaba la playa de El Remo el pasado miércoles. Foto: Martín Calero.

De nuevo las aguas residuales vuelven a bañar la playa de Mazagón, provocando un desastre medioambiental, además de diversos efectos negativos que terminan afectando al turismo, principal motor económico de esta localidad. Esto es algo que ocurre con mucha frecuencia; siempre que caen “dos gotas” el colector se satura y drena el sobrante directamente por los aliviaderos instalados  en la playa.

Cuando se le insta a un político a que le dé solución a este grave y eterno problema, te responde siempre con las mismas evasivas «Es que no podemos hacer nada, contra los fenómenos de estas trombas de agua no se puede luchar. Es algo imprevisible». Nada más lejos de la verdad. Evitar los vertidos del colector de aguas residuales a la playa de Mazagón es posible.

El hedor era insoportable.  Foto: Martín Calero. 

Lo más lamentable es que los ciudadanos ya se empiezan a acostumbrar a estos episodios contaminantes, aceptándolos como algo inevitable; es más, echan la toalla y se ponen a tomar el sol frente a estos terribles aliviaderos que, como la boca de un dragón amenazan con arrasar todo lo que encuentren a su paso. 

Que en el año 2018 las aguas sobrantes por saturación del colector estén canalizadas directamente a unos aliviaderos que desembocan en la playa, es una tremenda aberración. En cualquier ciudad o pueblo con un mínimo de conciencia ecológica, estas aguas que el colector no es capaz de soportar por saturación están dirigidas a unos tanques de expansión o pozos de tormentas instalados a tal efecto, evitando así que ese caudal sobrante discurra por lugares no deseados. De hecho, no están permitidos los vertidos de aguas residuales a cielo abierto, por inyección en el subsuelo, deposición sobre el terreno o métodos semejantes, y mucho menos directamente a sistemas acuáticos.

La solución pues, pasa por la construcción de un tanque de tormentas de gran capacidad, o varios tanques de menor volumen construidos en paralelo al colector, como elementos independientes de él. En el caso de Mazagón los técnicos municipales tendrían que calcular y determinar la opción más conveniente para la avenida Conquistadores, así como sus correspondientes equipos de bombeo con la capacidad suficiente para elevar el caudal de desagüe hacia el colector cuando la lluvia remita.

Aliviadero en la playa del Antiguo Club Náutico. Foto: J.A. Mayo.

Claro está que esta infraestructura cuesta muchos miles de euros, pero no es ninguna disculpa aceptable decir que no hay dinero para realizar una obra obligatoria que va en beneficio del medioambiente y en la salud de los ciudadanos. Solo es cuestión de gastar menos en cosas superfluas y de poner cada euro de los contribuyentes en el sitio más adecuado.


                                                               José Antonio Mayo Abargues