El poeta moguereño y
Premio Nacional de Literatura Francisco Garfias es el protagonista del libro
que presentó el pasado viernes el escritor Luís Domingo Delgado, una obra que
nos acerca la figura del gran autor onubense, cuya presentación se convirtió en
un emotivo homenaje al entrañable literato.
Mesa presidencial |
El patio de la casa natal
de J. Ramón Jiménez se quedó pequeño para acoger a los numerosos admiradores y
amigos del poeta que asistieron a un acto en el que se reivindicó la
importancia poética y la enorme calidad humana de Francisco Garfias López, uno
de los grandes poetas onubenses de la historia, ganador entre otros muchos
galardones del Premio Nacional de Literatura, y uno de los moguereños que más
ha querido a su pueblo al que dejó todo lo que de valor poseía, un excepcional
legado artístico y documental que puede admirarse en la Sala Garfias ubicada en
la planta alta de la misma casa natal y en el Archivo Histórico de Moguer.
El libro, que lleva por
título “A la sombra de J. Ramón. Francisco Garfias o la Forja de un Poeta
Impecable”, ha sido editado por la Diputación a instancias del Ayuntamiento de
Moguer, y es obra de Luis Domingo Delgado, un profesor segoviano afincado en
nuestra tierra desde hace muchos años, enamorado de las letras, que conoció al
poeta en los últimos años de su vida, y mantuvo con él una estrecha relación de
amistad y admiración de la que ha surgido este libro que nos acerca a la figura
de Garfias desde su vida, su obra, su pensamiento y su legado.
Firmando ejemplares |
La presentación ante un
nutrido auditorio que quiso recordar al gran poeta y mejor persona “Curro”
Garfias, se inició con la bienvenida de la Concejala de Cultura y también
Diputada, Lourdes Garrido, quien destacó la grandeza de Garfias, su relación
con toda la provincia en la que dejó sentidos pregones, poemas e himnos a
varias localidades, entre ellas la propia Huelva y por supuesto Moguer, su
excepcional trayectoria literaria y su decisiva labor en la proyección de la
obra de Juan Ramón Jiménez, de la que fue el primer investigador y editor.
A continuación
intervino el albacea del Fondo Garfias y representante de la familia del poeta,
Francisco López, quien agradeció al Ayuntamiento y a la Diputación provincial
la edición del libro cuyo prólogo realiza el profesor de la Universidad de
Huelva, Manuel José de Lara, a quien el albacea agradeció también su valiosa
aportación que realza y completa la obra presentada. López agradeció al autor
de la portada, el artista Miguel Ollero, su generosa colaboración y destacó
asimismo la trayectoria del autor de este libro homenaje a Garfias, Luis
Domingo Delgado, un autor que cuenta en su haber con varias publicaciones tanto
de poesía como de teatro o de narrativa, que ha sido y es colaborador
asiduo en numerosos diarios tanto de su Castilla natal como de nuestra
provincia, y que ahora nos regala este libro que ofrece una imagen cercana y
accesible de Curro Garfias, cuyo recuerdo estuvo presente durante toda la
velada.
Mucho público en el acto |
También tuvo palabras
de reconocimiento hacia la figura de Garfias Manuel José de Lara, quien en su
magnífico prólogo recuerda la estrecha relación de amistad entre el autor
moguereño y su padre, también poeta, manifestando su satisfacción personal por
poder contribuir al homenaje tributado al Premio Nacional de Literatura, del
que dijo que será uno de los pocos poetas de Huelva que quedará en el recuerdo
para el futuro.
Por último Luis Domingo
Delgado agradeció su labor a todas las personas e instituciones implicadas en
el proyecto, y destacó una vez más la cercanía y la gran humanidad de Curro
Garfias recordando cómo descubrió primero su obra y luego su persona,
convirtiéndose durante los últimos años de la vida del poeta en un admirador
incondicional de esta gran figura de las letras moguereñas, que ahora resulta
más cercano y accesible gracias a este libro.
Las intervenciones de
los miembros de la mesa estuvieron salpicadas de lecturas de poemas de Garfias
por parte de varias alumnas del instituto de enseñanza secundaria que lleva su
nombre, así como de la improvisada participación del gran amigo del poeta, el
también escritor José Antonio García, quien recordó una divertida anécdota
relacionada con la afición de Garfias al flamenco, anécdota que fue ilustrada
con la interpretación de una emotiva petenera por parte del cantaor local
Manolo Batista. El presidente de la Peña de Cante Jondo, Ramón Ruíz también leyó
un poema dedicado a la figura de Curro Garfias, finalizando el acto con la
firma de ejemplares de la obra por parte de un Luis Domingo Delgado que recibió
la felicitación unánime de todos los asistentes por su trabajo.
Como no podía ser
menos, la tarde dedicada a recordar a Curro Garfias concluyó con la degustación
del tradicional vino de naranja moguereño que tanto gustaba al poeta ofrecer en
su casa de la calle del Caño y de los sabrosos pasteles moguereños, lo que puso
un colofón lleno de sabor y dulzura a una emotiva tarde en la que la figura de
Francisco Garfias, con su estela de bonhomía, generosidad y simpatía, sobrevoló
la ciudad en la nació y murió y a la que tanto quiso durante toda su vida.
FRANCISCO GARFIAS LOPEZ
(Moguer 1921-Moguer 2010)
El Premio Nacional de
Literatura moguereño Francisco Garfias, es uno de los grandes poetas onubenses
de la historia, hijo predilecto de Moguer y moguereño ejemplar, que hasta el
mismo momento de su muerte llevó en su corazón a su pueblo y a sus gentes.
Garfias fue el primer
investigador y editor de la poesía juanramoniana, y desarrolló una intensa
actividad poética que le valió el reconocimiento y el aprecio del mundo
literario, hasta el punto de estar considerado como uno de los grandes poetas
españoles de la segunda mitad del pasado siglo.
Garfias tenía en su
haber, además del ya citado Nacional de Literatura, galardones tan prestigiosos
como el Premio de Ensayo del Instituto de Cultura Hispánica, los premios de
poesía Santo Domingo de Silos, Alcaraván o Fernán González o el de Acción
Cultural que concede el Consejo Superior de Investigaciones Científicas donde el
moguereño trabajó durante más de 30 años.
Además ostentaba el
Perejil de Plata y era Miembro de Honor de la Fundación Juan Ramón Jiménez por su
extraordinaria contribución a la proyección de la obra del Nobel.
Pero por encima de ese
inmenso bagaje personal y profesional
hay que destacar sin duda un aspecto de su personalidad que le valió el
cariño y la admiración de todos sus paisanos, su encendido amor a Moguer, ese
moguereñismo militante del que hizo gala toda su vida y que sin duda los
moguereños y moguereñas le agradecerán siempre.
Toda esa trayectoria
vital y profesional, y sobre todo su profundo compromiso con su pueblo natal,
le fueron reconocidos por el Ayuntamiento que le nombró primero Hijo Predilecto
de Moguer, dedicándole también una calle en el casco histórico, dándole su
nombre a un instituto de enseñanza secundaria, y más tarde concediéndole el más
alto galardón local, la Medalla de Oro de la Ciudad.