A
veces la naturaleza nos sorprende con cosas extrañas, curiosas y fuera de lo
común, a las que no somos capaces de darles una explicación lógica. Es el caso
de esta tomatera que nació “de la nada” entre un pino araucaria en el arriate
de una vivienda de Mazagón.
La
planta salió espontáneamente, sorprendiendo al propietario de la vivienda, que
asegura que nunca hubo ninguna tomatera en este arriate que pudiera haber
terminado su ciclo de vida, dejando que las semillas se enterraran solas y que,
por tanto, no se explica por qué ha brotado allí, aunque no descarta que la
semilla haya llegado transportada por algún animal, o bien mezclada entre el
compost que echo para la araucaria. Lo cierto es que la misteriosa planta ha surgido
sin la intervención humana.
Pero
lo anecdótico de esta planta no es su nacimiento, aunque sea poco frecuente,
sino su exagerada producción; más de 60 kg. de tomate lleva dados hasta la fecha, y la mata continúa
estando cargada, amenazando con seguir dando tomates durante una larga
temporada. Esto supera con creces la tabla de producción de esta hortaliza o
fruta, ya que los dos términos son correctos; pues desde el punto de vista
botánico, el tomate es una fruta, y desde el alimenticio, una hortaliza.
La
planta goza de una buena situación, al abrigo de unos muros que la protegen de
los fuertes vientos, y cuenta con los tres factores fundamentales para su
desarrollo: una buena tierra, mucho agua y mucho sol; pero también sufre
condiciones adversas, como el estar sometida a un ambiente salino por su
proximidad al mar. Los tomates tienen una tolerancia moderada a la salinidad y
por encima de determinados niveles puede ser tóxico para la planta, afectando a
su crecimiento y reduciendo la producción considerablemente, cosa que a esta
tomatera no parece afectarle, pues si algo hay que destacar de ella es su gran
producción.
Sería
muy difícil determinar el tipo de tomate que es, dada la gran variedad
existente, pues según un estudio realizado por el Servicio de Introducción de
Plantas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), hay
catalogadas en todo el mundo más de 10.000 variedades distintas de tomate.
Esta planta, arbustiva y asilvestrada, de porte rastrero, no recibe ningún mimo ni cuidado especial, la generosa naturaleza de Mazagón se encarga de darle todo lo que necesita para su vigoroso desarrollo. Su fruto tiene una buena apariencia de forma y color, así como una buena textura.
José Antonio Mayo Abargues