Desde el PCA en Huelva ha mostrado su “rechazo al proyecto de restauración para las balsas de fosfoyesos, presentado por Fertiberia ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.” A través de una nota de prensa, el Secretario Provincial de la formación comunista, Rafael Sánchez Velo, ha señalado que “la falta de un proyecto alternativo ha motivado la autorización ambiental del mismo, aunque aún quedan por delante la valoración del Consejo de Seguridad Nuclear, de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Huelva.”
Este proyecto, continúa Sánchez Velo “resulta imprudente, pues cubre solo una parte de las múltiples actuaciones necesarias para la restauración del entorno, obviando la influencia de los vertidos para la salud de la población, los problemas de filtraciones de aguas contaminadas al entorno, así como la falta de estabilidad en los apilamientos, que podrían provocar corrimientos de lodos tóxicos hacia el entorno, pudiendo afectar gravemente a espacios protegidos por la Red Natura 2000, como es el caso de las Marismas del Río Tinto.”
También ha mostrado su “preocupación por el papel del ayuntamiento de la capital onubense, que no solo no ha sido activo en la búsqueda de proyectos alternativos, sino que además ha desvirtuado el papel de la mesa de participación y menospreciado las recomendaciones y avisos de los informes técnicos de los expertos, frente al proyecto presentado por la empresa.” Como resultado, señalan, “no hay proyectos alternativos que garanticen el encapsulamiento de los vertidos para evitar filtraciones, su estabilidad, ni para garantizar la inertización de los elementos tóxicos. Y la falta de proyectos alternativos, la responsabilidad es del Ayuntamiento de Huelva.”
Por último ha
señalado que “el pueblo onubense está cansado de este debate, así como del
papel de las administraciones competentes, que debería haber sido el de dar una
solución viable y segura, mientras que la empresa debería haber asumido los
costes de un proyecto de restauración integral, en vez de usar criterios
económicos, cansarnos alargando el proceso de restauración, así como eludir sus
responsabilidades, tras décadas obteniendo beneficios a costa de nuestro medio
y nuestra salud.”