Desde
esta mañana puede admirarse en la casa-museo Zenobia-Juan Ramón la magnífica
escribanía inglesa propiedad del matrimonio Jiménez, una singular pieza de
exquisita manufactura y cuidada ornamentación que, tras un complicado proceso
de restauración, ocupa ya un lugar de privilegio en el recorrido museográfico
por la casa.
Pieza del Mes de la Fundación |
El
director de la Fundación del Nobel, Antonio Ramírez, y las concejalas de
Cultura, Eva Rodríguez, y de Turismo, Elvira Periáñez, han asistido a la
presentación de esta escribanía de la época victoriana cuya restauración ha
ejecutado la especialista María José Parrado.
Además
de la labor de promoción y difusión permanente de la figura y la obra del Nobel
de Literatura moguereño y de su esposa, la Fundación ha abordado en los últimos
años la restauración de más de una treintena de piezas del fondo juanramoniano
que se custodia en la institución, desde cuadros originales del propio Juan
Ramón a muebles o enseres de la pareja, una labor constante de puesta en valor
del legado del Nobel, que ahora nos permite disfrutar de esta extraordinaria
pieza que hasta ahora se encontraba sensiblemente deteriorada por el paso del
tiempo y por algunas intervenciones anteriores irrespetuosas con los materiales
originales.
En el informe elaborado por la restauradora que fue comentado por la técnica del centro de estudios junaramonianos, Rocío Bejarano, se explica que esta obra elegante y de manufactura exquisita a base de papel maché, laca negra, pigmentos, oro y nácar, contiene en el centro, dentro de orla dorada y ovalada, la representación al óleo de una escena de interior, de vida cotidiana y gran ternura, compuesta por una niña recostada sobre su perro, con la leyenda “ThetiredChums” (El cansancio de las amigas); a la derecha, una vidriera abierta con rosas blancas sobre el alféizar de la ventana, con fondo de árboles y paisaje donde se aprecia un pináculo entre tonos cerúleos y blancos del cielo, unos motivos pictóricos que eran del todo inapreciables antes del proceso de restauración.
En la parte
superior la escribanía posee dos tapas inclinadas abatibles con bocallave. En
el interior cuenta con una superficie de escritura de terciopelo rojo (forrado
en su día con tela adamascada de seda roja sobre cartón), enmarcada con laca
negra y ornamentación floral dorada. También abatible, oculta un habitáculo
para papel. En la zona superior posee compartimentos para dos tinteros, otro
para plumas y una bandeja con tapa decorada en laca y oro con pequeño tirador
de nácar en forma de flor. La placa de la cerradura lleva grabada la corona de
la Reina Victoria I de Inglaterra sobre las iniciales VR, firma inglesa
decimonónica de dispositivos de cierre.
Ahora, una vez devuelta a su estado original, la escribanía de viaje del matrimonio Jiménez-Camprubí se convierte en una de las piezas más atractivas de la casa-museo tanto por su calidad artísticas como por estar relacionada directamente con la labor creadora del Nobel.
Presentación de la Pieza del Mes |
Datos del
informe de restauración
De estilo
victoriano, por tanto, período en el que debe encuadrarse su ejecución, la
hechura del lacado recuerda las técnicas occidentales dieciochescas continuadas
a lo largo del XIX. La factura del fondo negro y los motivos decorativos
responden a las características de la laca británica con orlas doradas que
delimitan escenas como la apreciada en las tapas de cierre.
En conjunto, los
daños más graves han sido ocasionados por mala manipulación, intervenciones
anteriores irrespetuosas y condiciones ambientales inapropiadas. Se encontraba
con la tapa superior suelta, rota y sin bisagras (zonas de encaje reventadas y
falta del soporte). En el interior, la zona de escritura estaba pegada sobre la
laca por lo que no se podía levantar. En la superficie exterior se concentraba
un alto porcentaje de pérdidas de oro original. Toda la superficie aparecía sin
el brillo natural de la laca y del oro, con tonalidad verdosa por oxidación y
acumulación de densas capas de barnices, ceras, betunes, grasas, polvo y
suciedad. De forma generalizada presentaba fisuras múltiples, pérdidas de
soporte, oxidación de la película pictórica, pasmados por limpiezas
improcedentes, múltiples craquelados y saltados de la laca, arañazos, golpes,
fracturas, hundimientos, desgaste general, deformaciones volumétricas e
inestabilidad estructural, agujeros, exfoliación, sequedad, pérdidas y
levantamiento del terciopelo en las zonas de pliegue, etc.
Las pésimas
restauraciones de épocas pretéritas causaron graves deterioros: materiales
incompatibles (resina epoxi, distintos adhesivos, yesos, etc.), algunos
irreversibles; reposición con oro falso completamente oxidado, burdos repintes
al óleo sobre el oro original y la laca, todo ello enmascarado con gruesas
capas de betún y barnices coloreados; tejido original oculto por una tela
pegada sobre cartón, bisagras desprendidas y deformadas...
La intervención, culminada en 2019, ha sido compleja dado su mal estado de conservación y la naturaleza en extremo frágil del soporte y de los estratos polícromos. La restauración ha consistido en su consolidación estructural y la fijación de elementos constitutivos, enderezado, eliminación de deformaciones y añadidos, eliminación de pegamentos y restos de algodón adheridos a la tela original, reintegración volumétrica, recolocación de bisagras y elementos metálicos sueltos, eliminación de repintes, limpieza de capas pictóricas, limpieza de la laca con eliminación de barnices adulterados, reintegración de lagunas del tejido, reintegración cromática y del oro (22 kilates) y protección final.