El alcalde de Moguer y presidente de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, Gustavo Cuéllar, ha presidido esta mañana la presentación de la Pieza del Mes que la casa-museo del Nobel dedica al gran poeta e investigador juanramoniano Francisco Garfias en el centenario de su nacimiento.
Presentación de la Pieza del Mes
El primer
mandatario local ha estado acompañado por el director de la Fundación del
Nobel, Antonio Ramírez, la concejala de Cultura, Eva Rodríguez y la
investigadora del centro de estudios juanramonianos, Rocío Bejarano, además del
representante de la familia de Garfias, Francisco López.
Durante el acto
todos los intervinientes coincidieron en destacar la enorme importancia que
tuvo la labor investigadora y editora de Francisco Garfias para que la obra de
Juan Ramón comenzase a ser conocida y reconocida en una España en la que
todavía la figura del autor de Platero no contaba con el favor del régimen.
El representante de la familia de Garfias con el alcalde |
En palabras de
Cuéllar: “Además de ser una de las grandes personalidades literarias de su
época, no en vano ostenta el Premio Nacional de Literatura siendo el único
autor onubense reconocido con este galardón, Garfias fue el primer biógrafo,
investigador y editor juanramoniano, y una de las personas que más ha contribuido
sin duda a la que Obra en Marcha del Andaluz Universal tuviese la proyección de
la que hoy goza, de ahí que la Fundación del Nobel quiera sumarse al centenario
del nacimiento del entrañable Curro, dedicando varias de sus Piezas del Mes a
la estrecha relación que mantuvieron los dos grandes poetas de Moguer”.
Correspondencia de Garfias con Zenobia y Juan Ramón |
La Pieza del Mes
que se ha presentado esta mañana tiene como principal elemento la carta que
Juan Ramón remite al joven Garfias desde su exilio americano tras enviarle éste
su primer libro “Caminos Interiores”, en la que el Nobel destaca la calidad de
los versos de su joven paisano, algo que para Curro fue un decisivo estímulo en
su incipiente camino literario ya que, como todos saben, Juan Ramón no era nada
propenso a los halagos, que sí dedica al primer poemario de su joven paisano.
Sobre de la carta que J. Ramón remite a Garfias |
Curiosamente, al
manejar ahora este documento original, han aparecido en el fondo del sobre de
la misiva que Juan Ramón envía a Garfias unas agujas de pino, ese árbol tan
moguereño y tan presente en la poética de ambos autores unidos siempre por la
inspiración en su Moguer natal.
Agujas de pino encontradas en el sobre |
Además de la carta y su sobre, se muestran también en esta Pieza del Mes dedicada Garfias una postal del año 1955 que Zenobia le envía a Moguer en la que le agradece haberle hecho llegar una estampa a de la Virgen de Montemayor, y otra larga carta en la que la mujer de Juan Ramón le cuenta los últimos planes editoriales del poeta y los envíos a la Casa Museo de Moguer, además de confiarle su grave estado de salud en aquellos momentos, previos al viaje a Boston para operarse.
Estos documentos
que pueden admirarse hasta el 29 de enero pertenecen al Fondo Francisco Garfias
que el poeta cedió al pueblo de Moguer, y se conservan ahora en la Casa-Museo
Zenobia-Juan Ramón Jiménez.
Garfias y Juan
Ramón
Tras estudiar
Magisterio, Filosofía y Letras y luego Periodismo ya en Madrid, Francisco
Garfias López (Moguer 6 de diciembre de 1920-Moguer 26 de octubre de 2010) trabajó durante muchos en el CSIC donde, a
partir de la concesión del Premio Nobel a Juan Ramón en 1956, decide dar el
paso definitivo y escribir la que sería la primera biografía del poeta, que vio
la luz en abril de 1958, aunque el delicado estado de salud de Juan Ramón por
aquel entonces priva a Garfias de conocer su opinión.
A partir de
entonces, “Curro” Garfias inicia su camino como uno de los estudiosos juanramonianos más destacados, siendo el primer compilador,
prologuista y editor del Premio Nobel, publicando obras como la “Primera
biografía”, “Primeros libros de poesía”, “El trabajo gustoso”, “Por el cristal
amarillo”, “Antología de cartas” y otros muchos volúmenes hasta una treintena
de ediciones dedicadas a su ilustre paisano.
En sus últimos
años colaboró con la Casa Museo en las ediciones especiales que se hicieron
como “Juan Ramón en su reino”, y el primer número de la colección Calle de la
Cal Nueva: “La idea de Dios en Juan Ramón” (un ensayo sobre la religiosidad en
la poesía juanramoniana), En total se conservan más de 150 referencias a
Garfias en el catálogo de la biblioteca de la casa museo del Nobel.
Garfias dedicó
por entero su vida al mundo de las letras, publicando más de sesenta libros, de
géneros muy diversos, predominando la poesía. Destacan títulos como “Caminos
interiores”, “Pájaros de la cañada”, “Vendimia en la sangre”, “Cerro del tío
Pío” o “La duda”, obra esta última por la que recibe uno de los galardones más
importante s de su carrera, el Premio Nacional de Literatura, en 1971. Entre
otras de sus muchas distinciones, las más preciadas, por proceder de su pueblo,
son la Medalla de Oro, el título de Hijo Predilecto de Moguer y el Perejil de
Plata de la Fundación Zenobia-JRJ, de la que es también Miembro de Honor.
Todo esto evidencia el nexo de unión y el cariño entre dos de los moguereños más universales, cuyas obras poéticas estuvieron siempre inspiradas en su pueblo natal.
... «Cuénteme
algo de usted, de sus padres, de su casa y su vida; lo que pueda y quiera de su
Moguer (...) Ahora, lejos de España, todo es para mi como un Moguer grande y
dominador, y quisiera tener moguereños a mi lado...»
Juan Ramón a Francisco Garfias, diciembre de 1945
Mi querido
maestro:
Los Reyes me han traído la alegría de su carta. En Moguer, donde paso las navidades, le contesto alborozado de pinos, de pájaros viajeros, de arroyos... iY de su carta!
Francisco Garfias a Juan Ramón, enero de 1946