El Ayuntamiento de la localidad ha instalado 9 nuevos desfibriladores en diferentes edificios públicos y municipales
Desde esta semana, Palos de la Frontera es una ciudad cardioprotegida. Siguiendo su programa municipal en materia de salud, el Ayuntamiento de Palos ha instalado 9 desfibriladores en diferentes edificios públicos y municipales de gran afluencia en la localidad.
El 85% de las muertes por ataques cardiacos se producen a consecuencia de un fallo en la fibrilación ventricular, es decir, cuando se produce un cese de la circulación de la sangre por el cuerpo. Ante esta situación, si no se actúa de manera inmediata, la muerte de la victima es irreversible. Solo la desfibrilación puede salvar la vida del paciente. Por esta razón, la Concejalía de Salud de Palos de la Frontera se ha esforzado por aumentar el número de estos dispositivos en los lugares y edificios públicos más transitados en la localidad.
“Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que la salud es lo más importante. Por ello el Ayuntamiento de Palos de la Frontera ha reforzado sus esfuerzos en conseguir que cada rincón del municipio sea un espacio cardioprotegido”, señalaba el primer edil, Carmelo Romero.
En España hay solo 3 desfibriladores por cada 10.000 habitantes. Con esta incorporación, Palos se sitúa muy por encima de la media nacional, con 1 desfibrilador por cada 1.200 habitantes aproximadamente. De esta manera, la localidad es uno de los espacios cardiovasculares más seguros del país.
Los puntos en los que se han instalado estos equipos son edificios municipales y públicos con gran afluencia diaria de vecinos. Estos son: la sede de la Policía Local en la Plaza de España, el Ayuntamiento, el edificio de los Servicios Sociales, la Residencia de Mayores “Juan Pablo II”, todas las Escuelas Infantiles Municipales y ambos colegios de la localidad, “San Jorge” y “Hermanos Pinzón.
Los equipos,
instalados por la empresa gCardio, están compuestos por un desfibrilador
externo automático que permite analizar automáticamente el ritmo cardíaco de
una persona que está sufriendo un paro. Además, dispone de dos modalidades
automáticas, una adulta y la otra en modo infantil. El equipo se completa con
un kit de primeros auxilios para facilitar la colocación del dispositivo.
Una vez completada su instalación se procederá al siguiente paso que consiste en la formación de las diferentes personas y trabajadores de los edificios y zonas en los que se encuentran los desfibriladores. Los cursos en materia de soporte vital básico abordarán temas como las maniobras RCP y la simulación de casos prácticos con maniquíes médicos. Debido a la situación excepcional que vivimos, los cursos formativos para la población en general tendrán que retrasarse debido a las medidas sanitarias.