El litoral frente al parque natural, protector de su corazón más valioso, es de una "enorme fragilidad ambiental" y recula hacia su destrucción, alerta un informe para incluirlo en el Dominio Público Marítimo-Terrestre
Fuente: el Diario.es
La defensa natural de Doñana contra al avance del mar que conforman la playa, el acantilado arenoso y las dunas retrocede hacia la destrucción, comida por la erosión acelerada por la crisis climática. La línea de costa frente al entorno natural de Doñana ha reculado hasta 80 metros en algunos tramos, según atestigua un estudio para delimitar el Dominio Público Marítimo Terrestre recientemente encargado por el Ministerio de Transición Ecológica.
La parte oeste del Entorno Natural de Doñana es un colchón de pinares, matorral y dunas que defiende el corazón más valioso que conforma el parque nacional. Se trata de un parque natural que alberga parajes como El Asperillo, un acantilado de arena que llega a tener un escarpe de entre 60 y 100 metros de altura y El Abalario, un sistema de dunas dentro del llamado Gran Ecosistema Fluviomareal de Doñana. Ambos se hicieron célebres en junio de 2017 porque estuvieron ardiendo durante 60 horas seguidas en un incendio forestal que calcinó 8.000 hectáreas.