Además
de la tradicional ofrenda floral y lectura de poemas junto a su tumba, Moguer
celebra mañana 29 de mayo el aniversario de la muerte de J. Ramón con la
creación del I Día del Libro de Moguer, un proyecto para poner en valor la
creación literaria en la ciudad de Platero. Además, esta mañana se ha
presentado la Pieza del Mes de la casa-museo, dedicada al poeta colombiano José
Asunción Silva por el que el Nobel sentía una gran admiración.
Así pues mañana sábado 29 de
mayo, a las 12 hs. se realizará la conmemoración del sexagésimo tercer
aniversario de la muerte del poeta junto a la tumba del cementerio moguereño en
la que descansan los restos de Juan Ramón Jiménez y de su esposa Zenobia
Camprubí, para continuar inmediatamente después la programación cultural en
torno al Nobel con la presentación en la casa-museo del I Día del Libro de
Moguer, un proyecto que tiene como objetivo promocionar obras literarias de
cualquier género y temática escritos por autor@s moguereñ@s o por otr@s
escritor@s que se hayan inspirado para sus obras en la ciudad que vio nacer al
genio poético.
Se trata de una iniciativa de la Casa-Museo Zenobia-JRJ y la librería La Taberna del Libro en colaboración con la Biblioteca Pública de Moguer, el Ayuntamiento, la Fundación de Cultura y la Diputación Provincial, que nace también con la vocación de impulsar nuevos proyectos literarios en la localidad juanramoniana.
Así, el próximo sábado 29 a
las 12 hs. se realizará el homenaje al autor de Platero en el blanco cementerio
de Moguer, donde se colocarán sobre la tumba del matrimonio Jiménez flores
amarillas de las que tanto gustaban al poeta en el 63 aniversario de su muerte,
y se leerán algunos poemas en su honor.
Finalizado este acto, la
Casa-Museo Zenobia-JRJ acogerá la presentación de este nuevo proyecto literario
durante el que podremos ver una muestra de las obras más representativas de los
últimos tiempos de autoras y autores moguereños, una actividad que tiene como
intención fundamental consolidar la fecha del 29 de mayo como el “Día del libro
de Moguer”.
Hoy se ha presentado la
Pieza del Mes de la casa-museo dedicada al poeta colombiano José Asunción Silva
Presentación de la pieza |
Silva estaba considerado por
Juan Ramón como el verdadero maestro del modernismo, y en la pieza del mes se
muestra la edición de 1908 de su libro “Poesías” con anotaciones y reflexiones
manuscritas del Nobel moguereño. Jiménez, que nunca fue proclive a los halagos,
dedicó a la poesía de Silva algunos de los mejores elogios que salieron de su
pluma.
El director de la casa-museo Zenobia-JRJ Antonio Ramírez y la concejala de Cultura de Moguer, Eva Rodríguez, han presidido el acto de presentación de esta pieza del mes con la que la Fundación del Nobel quiere también rendir homenaje al reciente ganador del premio de poesía Juan Ramón Jiménez, el colombiano Daniel Montoya, sacando a la luz la admiración que el autor de Platero tenía por la obra de su paisano.
José Asunción Silva Gómez (Bogotá, 1865 - 1896) fue un poeta colombiano, muerto prematuramente por suicidio, al que Juan Ramón coloca siempre entre los mejores «modernistas» o «precursores» hispanoamericanos del modernismo. Nos dice que “José Asunción Silva influye mucho en mí y en todos, siendo verdaderamente uno de los principales precursores del Modernismo en España”.
Varias veces se refirió Juan Ramón Jiménez a Silva desde que lo descubrió gracias al libro que se muestra desde hoy en la casa-museo, elogiándolo como “modernista natural” en oposición, por ejemplo, a Rubén Darío o a Guillermo Valencia, a quienes llamó “modernistas exotistas”. Lo fundamentó en que, en lugar de referirse a asuntos cultos o históricos, extraños o remotos, “lo que escribía era propio de su país”. Y dio, como testimonio, varias muestras de su poesía. Entre ellas, “Los maderos de San Juan”, que denomina “poema bello de tipo natural”.
Hay que destacar su adoración por el poema Nocturno del que escribió: “Este nocturno, jermen de tanto en tantos, es sin duda el poema más representativo del último romanticismo y del primer modernismo que se escribió en la América española. Es poesía desnuda, poeta desnudo, mujer desnuda, por eso no pasa, como no pasarán los picadores desnudos entre los toros desnudos y los caballos desnudos de Picasso. Es poesía escrita casi no escrita, escrita en el aire con el dedo. Poema que no pasa, se mantiene como el primer día que se escribió, una poesía desnuda, libre de convenciones, profundamente representativa y a la vez original, que siendo muy de su tiempo es sobre todo eterna”.