A partir del 26 de junio la mascarilla frente a la COVID-19 deja de ser obligatoria en exteriores, siempre y cuando se pueda guardar la distancia de seguridad de 1,5 metros.
En el transporte
público sigue siendo obligatorio y en el privado también cuando los
viajeros no sean convivientes.
En comercios, museos,
teatros etc.
En los vestuarios de
piscinas y otras instalaciones deportivas
En las reuniones
sociales que se celebren en interiores ya sean locales o domicilios.
En locales de ocio,
bares y restaurantes en el interior la mascarilla es obligatoria en todo
momento excepto en el de comer y beber.
Cuando la práctica de deporte en grupo no permite guardar la distancia habrá que seguir llevando mascarilla.