Siendo el
jueves día 27 de agosto de 1880.
Teniendo información de que
el navío ingles Affaires, salió de Gibraltar días antes con un cargamento de
tabaco de contrabando con destino la playa “Los Asperillos de Almonte”, se le
comunica al señor Capitán del cañonero guardacostas Arlanza don Francisco
Castaño, que guarde medidas de seguridad y pase a la detención del citado
bergantín.
El navío
inglés, al mando del Capitán Pittier Morgan era un gran conocedor de las costas
de Doñana, como se demostró en el sumario instruido ante el Tribunal Supremo
por ser un implicado en más de una ocasión en el contrabando, y en donde se
demuestra la complicidad de varios carabineros de la abandonada Playa de
Castilla.
El
día 30 de agosto por la noche se observa el bergantín con rumbo para la
descarga a la orilla con el citado contrabando; siendo observado por
la marinería del Arlanza una señal de lumbre de aviso que partía de los montes
cercanos. En la primera descarga por parte del cañonero Arlanza, se detiene por
completo toda operación de trabajo por parte del navío inglés, siendo detenido y
conducido al puerto de Huelva, donde le esperaba el segundo comandante de
la Marina don Federico Aguilar para revisar el cargo que traía a órdenes. Venía
una partida de cincuenta bultos de losetas las cuales en su mayoría ha resultado
ser rellenos de tabaco picado y prensado en libra y media de la famosa marca
“Zorrilla”, haciendo un total de mil libras.
La ventaja del contrabando del tabaco inglés, sobre los españoles, dado las prestaciones se dan el precio inferior al español y de mayor calidad. Contando que el tabaco que se fabrica en Sevilla en la actualidad se expende en esta ciudad y la de Huelva, es de los más que pude darse por nefasto. La cajetilla de 35 céntimos, no es posible poderla fumar (ya que un jornalero de aquellos días, recibían un salario diario era de unos 10 a 12 reales), y no es sólo por el tabaco que hemos dicho es malo, sino también por el papel, pudiéndose demostrar que de los 25 cigarrillos que tiene la cajetilla, sólo se pueden aprovecharse la mitad. Seguir leyendo.
Pinceladas
de la historia de Bonares
José
García Díaz, Pepe el Carnicero