Zorro bebiendo en un zacayón en los montes de Los Cabezudos/José A. Mayo
Los zacayones del entorno de Doñana, esas charcas profundas excavadas por el hombre con el fin de garantizar el agua al ganado y a la fauna silvestre durante los meses de sequía, agonizan. El agua acumulada en el pasado invierno se está acabando y la fauna no tiene más recursos para subsistir, ya que las lagunas se encuentran también secas; solo algunos charcos como el de la Tahona, permanecen con agua durante todo el año.
Zacayón entre El Abalario y El Acebuche/José A. Mayo
Zacayón entre Los Bodegones y El Abalario/José A. Mayo
Como podemos ver, este
zacayón que está completamente seco, está lleno de pisadas de animales que
buscan desesperadamente agua. Las lluvias anunciadas para
este fin de semana están pasando de largo y es necesario un periodo invernal
lluvioso para mitigar la grave sequía que padecemos y mantener con vida este
espacio de Doñana.