El próximo jueves 25 de noviembre a las 19hs., en la Casa Museo Zenobia-JRJ de Moguer
Juan Ramón Jiménez ofreció durante toda su vida un fuerte apoyo a la literatura con nombre de mujer, llegando a impulsar las creaciones de numerosas autoras, en muchos casos entonces desconocidas. Fue un adelantado a la hora de ponerlas en valor, y con el objetivo de visualizar esta faceta del autor de Platero y yo, y habiendo sido relacionado en ocasiones con una imagen que comprobamos está muy alejada de la realidad, a través de esta exposición la damos a conocer y damos voz a aquellas literatas que, de algún modo, tuvieron relación con el Nobel.
Una mirada que nos permitirá redescubrir la obra de más de una veintena de escritoras españolas que cuentan con una gran relevancia para la Historia de la Literatura, tal y como apreció el Andaluz Universal, a pesar de que estas creaciones no hayan sido lo suficientemente difundidas en algunos casos. Autoras que, por otra parte, tuvieron que hacer frente a las adversas condiciones sociales y culturales que les rodeaban, pero que lograron hacerse hueco a nivel literario. Esta situación se dio entre las escritoras españolas, pero también entre muchas americanas, si bien, en esta ocasión, nos centramos en las firmas de nuestro país, sin descartar realizar una próxima edición con aquellas creadoras del otro lado del Atlántico conocidas por Juan Ramón. Y es que esta muestra es un extracto de un proyecto más amplio que parte de la idea original de Mónica Vergel, desarrollada en una investigación posterior por Mari Paz Díaz.
A través de estos paneles y vitrinas proponemos un viaje por un buen número de escritoras que, en muchos casos, fueron pioneras y abrieron caminos hasta ese momento inimaginables para las mujeres, como sucedió con Carmen de Burgos o Emilia Pardo Bazán en el ámbito del periodismo. Incluso, nos sorprenderá la conexión del escritor con nombres pertenecientes a otra generación diferente a la suya, puesto que, en su madurez, mantuvo contacto, en su mayoría con carácter epistolar al encontrarse en el exilio, con las jóvenes que despuntaban en las letras españolas en esos años, como sucede con Carmen Laforet, ganadora del Premio Nadal en 1944 con Nada, o con la gaditana Pilar Paz Pasamar cuando era una estudiante de apenas 20 años. Del mismo modo, descubriremos su encuentro con la hermana pequeña de Federico García Lorca en Granada en 1924 o la complicidad del Nobel con autoras tan consagradas como Carmen Conde, Rosa Chacel o María Zambrano, sin olvidar a la onubense María Luisa Muñoz de Vargas.
A todas ellas, Juan Ramón no sólo las apoyó, sino que hablaba de sus valores públicamente. De hecho, como recuerda su sobrina nieta Carmen Hernández-Pinzón, “se pasó toda su vida alentando y ayudando a las poetas jóvenes. Sólo hay que ver la relación que mantuvo con ellas, incluso alguna estuvo viviendo con el matrimonio”. Y es que el encuentro entre ambos, a veces, se producía a través de Zenobia Camprubí, su eterna compañera. Mari Paz Díaz